Ciudad de México.- Hace poco más de una década Televisa y el mundo del espectáculo mexicano fue marcado por una terrible tragedia tras confirmarse el asesinato de una querida actriz de telenovelas, misma que fue privada de la vida por sus propios empleados. Se trata del caso de Julia Marichal, tía del reconocido cantante Kalimba y quien es recordada por haber interpretado al entrañable personaje de 'Corazón' en el melodrama Marimar.
De acuerdo con información del sitio de Las Estrellas, la querida intérprete fue encontrada sin vida dentro de su hogar tras permanecer varias semanas desaparecida y aunque al inicio su sobrino Mauricio Marichal era el principal sospechoso, después de que encontraran sus restos, los verdaderos asesinos confesaron el crimen. Los culpables fueron identificados como el chofer de doña Julia y la asistente doméstica de la misma.
Marichal, de 67 años, fue vista con vida por última vez el 12 de noviembre de 2011, según relataron sus vecinos. Después de que sus seres queridos reportaran su desaparición ante las autoridades se implementó un operativo y su sobrino fue detenido el 1 de diciembre como principal sospechoso. Mientras que un día después la Policía capitalina encontró el cuerpo de Julia en la cisterna de su hogar.
Los reportes señalan que la querida intérprete fue asfixiada con una almohada y después recibió múltiples golpes con un tubo o un palo. Sin embargo, sus victimarios también la mutilaron y desmembraron, separando sus manos y cabeza del cuerpo. Los restos de Marichal fueron arrojados a la cisterna envueltos en una cobija y por obvias razones fueron hallados en avanzado estado de descomposición.
El sobrino de Marichal pasó varias semanas en arraigo mientras se esclarecía el caso, y fue hasta el 30 de diciembre de 2011 que las autoridades informaron el arresto de los asesinos de la actriz, quien también actuó en novelas como Rosa salvaje, Monte calvario y Mundo de juguete. Pedro Castellanos, chofer de la actriz, y Ana Betsaida Gómez, trabajadora de prensa, confesaron ser los autores de este brutal crimen.
Miguel Ángel Mancera, entonces procurador de Justicia de la Ciudad de México, explicó que los asesinos habían sido detenidos tras usar las tarjetas de Julia: "Pedro confesó que la asfixio y posteriormente cercenó las manos y Ana fue quien decapitó a la víctima, todos los órganos fueron puestos en bolsas negras y el cuerpo lo enrredaron en una cobija" declaró en conferencia de prensa.
Fuente: Tribuna