Ciudad de México.- El 2023 fue un año de altibajos para Julio Urías, que al final terminó de la peor forma para él. Comenzó con un inicio regular en su participación en el Clásico Mundial de Beisbol y fue avanzando hasta alcanzar a nivel colectivo un histórico tercer puesto en ese certamen que lo impulsó a ser considerado por Los Ángeles Dodgers para abrir en el partido inaugural de la Major League Baseball (MLB) por primera vez en su carrera.
Este año, además, se sabía que terminaba su contrato y ya se anticipaba una jugosa oferta de un nuevo contrato con el equipo angelino. Con altas expectativas tuvo un buen partido inaugural y el mexicano consiguió poco después superar los 600 ponches en Grandes Ligas y parecía que tendría una gran temporada, pero tras tres victorias seguidas, llegaron tres derrotas también consecutivas con lo que marcó su peor racha en su carrera.
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Urías comenzó una racha con marcas negativas y después una lesión. Antes de ausentarse en su última apertura el mexicano permitió seis carreras y cuatro home run en tres entradas completas lo que significó un récord negativo en la estadística de la organización angelina. Después una lesión en el tendón de la corva de la pierna izquierda lo dejó fuera de actividad. Una vez que volvió a jugar mantuvo la mala racha sobre la loma.
Incluso tuvo su peor salida en el triunfo a los Baltimore Orioles 8-5 sobre Los Angeles Dodgers en donde obtuvo su sexta derrota en la temporada y tras cinco entradas permitió ocho carreras, ocho hits y recetó dos ponches. Desafortunadamente para el sinaloense esa es la primera vez en su carrera que permita ocho anotaciones limpias. En su última aparición en la temporada, ante Red Sox, Urías dejó su marca en 11 ganados y siete perdidos con una efectividad de 4.41.
A su intermitente momento deportivo le sucedió una nueva acusación por violencia doméstica. El 3 de septiembre fue arrestado en Los Ángeles, luego de que un testigo alertó a las autoridades sobre un altercado que involucraba a un hombre y una mujer, que en este caso se trataba del pelotero mexicano y su pareja. Tras la evaluación de la situación de las autoridades se determinó arrestar al mexicano, quien salió bajo fianza unas horas después.
A raíz de su arresto fue separado de Los Ángeles Dodgers de manera inmediata y fue puesto bajo licencia administrativa por parte de la MLB, se trataba de un caso reincidente en materia de violencia doméstica. Al finalizar la temporada pasó a la agencia libre y ya sin la posibilidad del jugoso contrato que al principio de año se mencionaba. Ahora se mantiene como una de las posibilidades para reforzar a cualquier equipo, mientras que su caso con la justicia ha avanzado luego de que la fiscalía ya cuenta con las pruebas que estaban recabando, ahora espera la determinación de su caso.
Fuente: Tribuna