Toluca, Estado de México.- El ajolote es un anfibio endémico del Valle de México, actualmente solo vive en algunos rincones de una red de canales del lago de Xochimilco que ocupan una superficie total de 180 kilómetros cuadrados. Sin embargo, después de que estuvo muy cerca de la extinción, ahora su población ha comenzado a crecer, esto como resultado de los diferentes programas de conservación y ahora los mexiquenses pueden disfrutar de su presencia en la entidad.
En ese sentido, ya abrió el nuevo Ajolotario de Toluca, único en su tipo en todo el mundo, el cual ya comenzó a recibir a los visitantes. En ese marco, como la apertura del sitio es reciente, ahora se despejarán todas las dudas sobre el funcionamiento de este santuario mexiquense. Por ello, se debe mencionar que se encuentra al interior del renovado Parque Sierra Morelos, zona que sufrió una serie de cambios para hacerlo más atractivo para los ciudadanos.
Esta renovación forma parte de uno de los proyectos que del gobierno mexiquense para preservar áreas naturales. En ese marco, cuenta con un ajolotario, el cual se ha convertido en toda una atracción en la ciudad de Toluca. En ese sentido, la admisión general es de 35 pesos y el ajolotario funciona de martes a domingo en un horario desde las 10:00 horas y hasta las 16:00. Sin duda un lugar ideal para ir a visitar en estas próximas vacaciones de invierno 2022,.
De acuerdo con los relatos, el dios Xólotl, hermano del gran Quetzalcóatl, no quería dejar este mundo y para evitar ser sacrificado se escondió, primero se transformó en maíz, después en Maguey. Sin embargo, fue descubierto, por lo que huyó al agua, lugar donde adoptó el aspecto del axolotl. El ajolote era bien conocido por los xochimilcas, los primeros habitantes de Xochimilco, una zona lacustre en el valle donde actualmente se asienta la Ciudad de México.
El ajolote originario y endémico de los lagos del Valle de México y que sobrevive en el lago de Xochimilco, fue llamado por los antiguos mexicanos axolotl (del náhuatl, “monstruo de agua”) y conserva características milenarias de las salamandras, pero es más cercano a ranas y sapos. Sin embargo, parece haber olvidado su aptitud de desplazarse por tierra, pues aunque posee cuatro patas que le permiten caminar, además de una cola que conserva tras la metamorfosis, solo sube a la superficie del lago para respirar y en seguida se sumerge.
Fuente: Tribuna
