Hermosillo, Sonora.- La permisión del matrimonio igualitario en México ha sido un tema de lucha, sobre todo, en los últimos años. Este derecho garantiza a las personas del mismo sexo la posibilidad de unirse legalmente, con los mismos beneficios que las parejas heterosexuales y, se trata de un tema que ha avanzado en el país, pues hasta el mes de diciembre del 2024, 31 estados y la Ciudad de México ya lo han legalizado.
Según la información, La Ciudad de México fue la primera entidad en aprobar el matrimonio igualitario en el año 2010, abriendo la puerta a una serie de reformas que se han extendido al resto del país. Desde entonces, estados como Quintana Roo en 2012, Coahuila en 2014, Chihuahua en 2015, Nayarit en 2015, Campeche en 2016 y Michoacán en 2016 siguieron el ejemplo, incorporando esta legislación en sus marcos legales.
Por otro lado, a partir de 2019, más estados comenzaron a sumarse: Hidalgo, Baja California Sur, Oaxaca, San Luis Potosí, y Puebla aprobaron la reforma en ese año. En 2020, Tlaxcala se unió al movimiento, mientras que Yucatán, Sinaloa, Querétaro, Sonora, Baja California y Zacatecas lo hicieron en 2021. Este progreso fue impulsado por el trabajo legislativo, el activismo social y la acción de los tribunales.
Asimismo, el movimiento continuó en el año 2022 con las aprobaciones en Jalisco, Durango, Veracruz, Estado de México, Tabasco y Guerrero. Tamaulipas cerró ese año como el último estado en sumarse. En 2023, Nuevo León se unió a la lista, y finalmente, Chiapas completó el mapa en 2024, consolidando el matrimonio igualitario como una realidad en la mayoría del territorio nacional.
Es importante destacar que, la legalización del matrimonio igualitario ha representado un avance importante para los derechos de la comunidad LGBTIQ+. Dicho reconocimiento permite a las parejas del mismo sexo acceder a derechos como la adopción, la seguridad patrimonial y el reconocimiento familiar.
Pese a los avances, el camino hacia la plena aceptación social sigue enfrentando una serie de desafíos. En muchas comunidades, persisten prejuicios y resistencias culturales que dificultan la integración plena de estas reformas legales. Por ello, organizaciones y activistas continúan trabajando para promover la educación inclusiva y la sensibilización en todos los niveles de la sociedad.
Fuente: Tribuna
