Querétaro, Querétaro.- El diputado del grupo parlamentario de Morena Pedro Haces Barba, aseguró que es prioritario en la agenda legislativa de San Lázaro la reforma para reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas en el país, aunque se estima que el impacto dependerá del modelo de respuesta de cada empresa y los costos laborales podrían aumentar en un 22 al 38 por ciento.
En el próximo periodo de sesiones de la Cámara de Diputados, que iniciará el 1 de septiembre, se analizarán una serie de medidas propuestas para acompañar la implementación de la reforma para reducir la jornada laboral para que se haga de manera gradual y ordenada, ha sido el punto de partida para una serie de medidas propuestas para implementarla.
Señaló que debe existir el diálogo entre el gobierno, sector privado, sindicatos y la academia, con el fin de tener las mejores visiones y propuestas, como acompañar esta transición con políticas públicas de autocuidado, desconexión digital, programas de salud mental y prevención de riesgos psicosociales
Durante su participación en el Quinto foro para la implementación de la jornada laboral de 40 horas semanales, convocado por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, el también secretario general de la Confederación Autónoma de Empleados de México (CATEM), sostuvo que reducir las horas de trabajo se ha vuelto un tema indispensable.
Haces Barba aseguró que la reforma que se está analizando dentro de los foros no es un final, sino que es el principio de una nueva cultura laboral que se debe implementar en México, el punto desde donde se puede construir una economía con rostro humano y prosperidad para todos, donde la productividad se mida en bienestar y felicidad colectiva.
Juan José Sierra Álvarez, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), apuntó que reducir la jornada puede ser de gran beneficio para millones de mexicanos, el cambio no puede hacerse al margen de la realidad, requiere análisis y planeación, pero sobre todo visión de futuro.
De acuerdo con información de El Economista, promueven un modelo de desarrollo inclusivo que pone al centro a la persona como trabajador en un esquema donde los derechos laborales se fortalecen y en el cual las empresas pueden sostenerse y crecer, se debe evitar que una buena idea mal implementada termine generando daño, evitar que la informalidad crezca, no se pierdan empleos, ni poner en jaque a miles de pequeñas empresas que apenas sobreviven y no cuentan con margen para adaptarse a este cambio tan abrupto.
Comentó que es necesaria una transición ordenada, una implementación escalonada y por sectores, así como una revisión periódica guiada por un comité tripartito conformado por representantes del gobierno, trabajadores y sector empresarial, el cual permita evaluar anualmente si las condiciones macroeconómicas nacionales e internacionales justifican mantener el ritmo del cambio, ajustarlo o reforzarlo.
Dijo que buscan para México un proceso que inspire confianza, que cuide la paz laboral, que promueva el bienestar sin poner en peligro lo logrado, “estamos ante una gran oportunidad histórica, tenemos en nuestras manos una decisión que puede cambiar el rumbo del trabajo digno en el país, pero implica una obligación moral, escuchar, construir acuerdos y evitar improvisaciones”.
Marianela Fernández Islas, coordinadora de la estrategia de justicia laboral de Oxfam, comentó que hablar de la reducción de jornada laboral en México es un tema que va atrasado en comparación con otras naciones, mientras otros países avanzan a semanas de 35 horas, todavía se sigue debatiendo aquí como llegar a las 40 horas, por lo que ya no se puede seguir postergando el derecho al descanso y a disponer con libertar del tiempo.
Por ello, en los foros se habla de ese recurso irremplazable que determina la forma en que se vive, se cuida y es una apuesta más por vidas más dignas, comunidades más sanas y un país que pone a las personas en el centro, por lo que una jornada laboral menos extenuante podría además facilitar la incorporación de más mujeres al mercado del trabajo formal porque reduciría el conflicto entre el trabajo remunerado y las responsabilidades de cuidado en el hogar, resaltó Lorena Rodríguez de León, directora de la Facultad de Economía de la UNAM.
Fuente: Tribuna
