OPINION

Fondos millonarios en el SAR, pensiones de pobreza

Observatorios Urbanos

Gladys Herrera Toyos, colaboradoraCréditos: Tribuna
Por
Escrito en OPINIÓN el

La SHCP anunció hace unos días que los recursos depositados en el  Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR)  alcanzaron en julio (2018), una cifra “histórica” de tres billones 360 mil millones de pesos, equivalente al 15% del Producto Interno Bruto (PIB) de México. La dependencia asegura que estos ahorros (nuestros ahorros) son la segunda fuente de financiamiento interno más importante del país. Esto es  positivo para la economía, pero ¿es ese el propósito de los fondos de ahorro para el retiro?

Los fondos de pensiones en el mundo se han constituido esencialmente para cumplir dos objetivos: proporcionar un ingreso suficiente para satisfacer las necesidades básicas de los adultos mayores (evitar la pobreza en la vejez) y evitar las caídas abruptas en la capacidad de consumo al llegar a la edad de jubilación (suavizamiento del consumo); si consideramos estos objetivos el dinero ahorrado (que parece mucho) no es en realidad suficiente para garantizarlos. Lo primero que hay que observar es que esos 3 billones y más de pesos, están depositados en poco más de 61 millones de cuentas individuales, por lo que dividido el ahorro entre el número de ahorradores el saldo promedio de cada cuenta sería de alrededor de 55 mil pesos. Conforme al sistema de cuentas individuales esos ahorros, en caso de una negativa de pensión (que es el escenario más probable para la mayoría de los ahorradores) será todo lo que el trabajador recibirá para financiar los 17 o más años que le queden por vivir.

Al llegar a los 65 años (edad que la Ley del Seguro Social señala para poder jubilarse) el trabajador AFORE se encontrará ante dos escenarios: 1) que cotizó las 1,250 semanas requeridas (aprox. 24 años) o 2) que no logró alcanzar este tiempo de cotización

En el primer caso,  podrá tramitar su pensión, pero, diversas estimaciones coinciden en que debido a los bajos salarios y nivel de aportaciones, 9 de cada 10 aforados (que logren el tiempo de cotización) estarían recibiendo la pensión mínima garantizada equivalente a 1 salario mínimo mensual (SM), significa que al no haber ahorrado lo suficiente, el Gobierno federal pondrá lo que falte para completar un SM. Para aquellos que sí logren ahorrar un poco más (solo 1 de cada 10) el monto de la pensión será de la tercera parte (o menos) de lo que se haya percibido como último sueldo.

El segundo caso, cuando no se haya logrado el tiempo de cotización requerido será quizás el mayor problema, ya que de acuerdo a las estimaciones de densidades de cotización la gran mayoría de los ahorradores obtendrá una negativa de pensión, debido a que un trabajador promedio en México ha cotizado a la seguridad social solamente 4 años y medio por cada 10 años trabajados  (debido al efecto de la informalidad, el desempleo, etc.). Es decir, se tendría que laborar durante casi 60 años para lograr acumular los 24 de cotizaciones. En este caso, le será entregado al trabajador AFORE lo que haya en su cuenta del SAR, teniendo la posibilidad de ser beneficiario de una pensión social como la otorgada por el  Programa de Adultos Mayores 65 y más,  equivalente en la actualidad a la cuarta parte de un salario mínimo ($580 pesos mensuales).

Es positivo entonces, que los fondos del SAR contribuyan al financiamiento de la inversión en el país, siempre y cuando no se pierda de vista su propósito esencial, que es garantizar un ingreso suficiente para tener una vida digna en la vejez, porque a 21 años de funcionamiento de las AFORES (a 4 años de que puedan ser exigibles las primeras pensiones de cuentas individuales), las estimaciones y diagnósticos sobre el tema apuntan a que este objetivo No se cumplirá, lo cual supone el riesgo de que en los próximos años el sistema de pensiones se constituya en un mecanismo para agravar la pobreza y la desigualdad en la vejez.

*Estudiante del programa de doctorado en Ciencias Sociales de El Colegio de Sonora.

Fuente: Gladys Herrera Toyos