OPINION

La guerra mineral

Leviatán

Columna de César TovarCréditos: TRIBUNA
Escrito en OPINIÓN el

En el noreste de Europa, Rusia invade Ucrania con la excusa de acabar con los neonazis que amenazan con propagar sus ideas por todo Occidente. Kiev se defiende enarbolando la bandera de la democracia y la libertad. Y la OTAN no tiene claro cómo actuar. 

Detrás de estos ideales están el gas, los minerales, el petróleo y otras grandes riquezas que todas las potencias anhelan. 

Pero no hay que irse tan lejos para entender cómo funcionan las disputas por los recursos naturales, que jugarán un papel preponderante en la economía de las próximas décadas. 

En Sonora tenemos varios frentes abiertos: el oro, el agua y el litio son focos rojos sociales y económicos que no deberíamos ignorar.

Las mineras canadienses tienen años enriqueciéndose con los metales preciosos de las minas sonorenses, ubicadas en páramos solitarios en los cuales, apalancados en la Ley Minera, han provocado ecocidios y daños irreversibles al entorno. 

Otras, en este caso mexicanas, han sometido con anuencia de las autoridades estatales a municipios enteros; la disputa de la Minera Penmmont vs el ejido El Bajío es el más claro ejemplo del vínculo entre el poder económico y el poder político. 

Y queda el litio. Este mineral, clave para la industria automotriz y tecnológica, tendrá un lento y doloroso proceso para su explotación. Sonora puede pagar los platos rotos. 

Por un lado, empresas chinas y británicas ya tienen concesiones vigentes, por otro, la gigante Tesla ya puso sus ojos y esperanza en abastecer su cadena de producción con el material extraído de la sierra sonorense. 

La disputa, parece, se dará en el choque de estos particulares con el gobierno federal y ahora estatal, quienes promueven una nacionalización del mineral, debate en que hasta el hijo del gobernador Durazo ha tomado parte. 

Si ya están dispuestos a ir en contra de estos gigantes empresariales que ambicionan el litio, ¿se atreverán a meter en cintura también a las mineras canadienses que explotan el oro y se enriquecen dejando migajas en la entidad?

¿Alcanzará el discurso nacionalista para tanto? 

¿O será únicamente una pantalla de desfiguro para atraer simpatías en momentos de baja popularidad?

Al tiempo.

@cmtovar