Ciudad de México.- Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dejó de manera oficial de ser el líder del Poder Ejecutivo para darle paso a Claudia Sheinbaum, cuya administración comienza con un mar de expectativas con respecto a cómo resolverá los compromisos que su predecesor no logró concretar, así como también se espera de ella que mejore las condiciones en las que millones de mexicanos viven día con día.
De acuerdo con algunas encuestas realizadas por diversos medios de comunicación y lo expresado por los propios residentes del suelo nacional a través de redes sociales, el principal problema que la primera presidenta de México tiene que resolver es el problema de la inseguridad, la cual ha estado desatada desde hace varios años, aunque en el sexenio de AMLO se vio un alza aún mayor de la que ya se venía manejando en los periodos de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón. Tan solo unos días antes de que el tabasqueño dejase su cargo estalló un conflicto entre dos cédulas criminales en Sinaloa.
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El siguiente punto que es prioridad para la nueva mandataria de México es la creación de empleos y oportunidades económicas para los mexicanos y es que, aún existe la base de que, debido a lo duro que es encontrar trabajo para la población promedio, es que existen altos índices de inseguridad, ya que, hay quienes optan por delinquir luego de no encontrar ninguna forma de empleo sustentable, aunque esto no es una justificación para ese sector de la población.
El tercer asunto en la agenda de Sheinbaum sería combatir la corrupción, hecho por el que AMLO se enorgullecía durante su sexenio, aunque la realidad es que existen registros que indican que aún a la fecha hay fuertes ramificaciones de corrupción tanto en la policía como en los distintos niveles de Gobierno, tan solo basta recordar los primeros días de la muerte del actor Octavio Ocaña, época en la que su fallecimiento se trató como el suicidio accidental del propio histrión, por parte de la Fiscalía del Estado de México.
Finalmente, Sheinbaum deberá prestar especial atención en la reducción de la pobreza, dado a que la mayor parte de la población mexicana se encuentra en dicho estrato social, pese a los apoyos sociales que le propio AMLO inauguró durante su mandato. Por su parte, los miembros de la oposición, como es el caso de Alejandro Moreno ‘Alito’ abrieron un último punto que la mandataria debe atender y es abrir el diálogo entre los partidos, puesto uno de los aspectos más criticados del tabasqueño fue, precisamente, que no atendía las inconformidades de los otros sectores políticos, acusándolos de “adversarios” y “conservadores”.
Fuentes: Tribuna