Puebla.- El pasado 10 de enero, la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE) informó que en las inmediaciones del Centro Penitenciario de San Miguel, en Puebla, se halló a un bebé de tres meses sin vida. 15 días después de esta noticia, la investigación estaría en fase final, pues el responsable ya habría sido identificado por las autoridades.
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La primera parte de la investigación de la FGE tras el hallazgo, consistió en dar con la identidad del infante y origen de su cuerpo; posteriormente, se buscaría quién y cómo introdujo el cadáver del menor al penal.
Tras realizar investigaciones en el interior del penal e interrogatorios a servidores, custodios, jefes, comandantes, presos y demás, se ha logrado recaudar información suficiente para dar con el responsable, según las autoridades.
No obstante, a través de redes sociales se informó sobre el origen del bebé que fue introducido al penal. Se trataría de Tadeo, un infante que habría sido exhumado de un cementerio en Iztapalapa, en la CDMX.
Las autoridades solicitaron la presencia de los padres del infante, así como los documentos sobre la atención médica, muerte e inhumación del cuerpo; tras reunir las pruebas necesarias y realizar análisis genéticos a los supuestos progenitores, de determinó que el menor, en efecto, era Tadeo.
Las autoridades señalaron que el cuerpo conservaba todos sus órganos en su lugar y que presentaba una herida quirúrgica de 7 centímetros con sus puntos de sutura originales; también se ha especulado que el cadáver habría sido utilizado para transportar droga.
A partir de la certeza pericial de que el cuerpo hallado en el Centro Penitenciario de Puebla es el que fue exhumado de un cementerio de la Ciudad de México, estableceremos la coordinación efectiva con la Fiscalía de aquél lugar, para que actúe conforme a su competencia por los hechos registrados en aquella ciudad”, finalizó el comunicado.
Ahora, se tendría información sobre el responsable y se podría pasar a la designación de responsabilidades; no obstante, aún no se han revelado detalles.
Fuente: Milenio y El Universal