Ciudad de México, México.- Al ser acusado de participar en tres casos de violación en contra de una menor de edad entre 2004 y 2011, en un inmueble ubicado en Naucalpan, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México informo la vinculación a proceso de Antonio María Cabrera ‘N’, sacerdote de Legionarios de Cristo. Durante la audiencia, el Ministerio Público presentó pruebas importantes que llevaron al juez a dictar prisión preventiva como medida cautelar, además de establecer un plazo de tres meses para el cierre de la investigación complementaria.
Según la información de la Fiscalía del Estado de México, Antonio ‘N’ fue capturado en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México tras un operativo conjunto entre la Fiscalía mexiquense, la Fiscalía capitalina y la INTERPOL.
De acuerdo con las investigaciones, el primer ataque ocurrió en mayo de 2004, seguido por otra agresión en abril de 2007, donde habría utilizado amenazas para someter a la víctima. El último incidente registrado ocurrió en diciembre de 2011; la denuncia presentada en diciembre de 2024 permitió reactivar las investigaciones y emitir la orden de aprehensión que culminó con su detención.
Cabe señalar que, los Legionarios de Cristo continúan enfrentando el legado de su fundador, Marcial Maciel Degollado, quien acumuló durante décadas acusaciones de abuso sexual y violación de votos sacerdotales. Pese a las denuncias desde los años cincuenta, estas no fueron investigadas a fondo hasta que el Vaticano actuó en 2006, restringiendo sus actividades como sacerdote y ordenándole una vida de penitencia. Tras su muerte en el año 2008, se confirmaron múltiples casos de abuso sexual a seminaristas y la existencia de hijos fuera del matrimonio sacerdotal.
Esta situación provocó una crisis en la congregación, que llevó al Vaticano a intervenir y reestructurar su organización. Actualmente, los Legionarios de Cristo intentan superar este legado mediante su misión educativa y pastoral, aunque las marcas del pasado siguen afectando su reputación y credibilidad.
Fuente: Tribuna
