Culiacán, Sinaloa.- La alianza entre Joaquín 'El Chapo' Guzmán e Ismael 'El Mayo' Zambada fue la columna vertebral que convirtió al Cártel de Sinaloa en una de las organizaciones criminales más poderosas del mundo. Sin embargo, su colaboración no terminó por una traición o un conflicto directo, como a menudo se especula, sino como consecuencia directa de la acción del Estado y un cambio de dinámicas internas.
El punto de quiebre definitivo fue la captura de Guzmán en 2016 y su posterior extradición a Estados Unidos en 2017. Este hecho desmanteló físicamente la cúpula del cártel. Con 'El Chapo' fuera de México y bajo un régimen de máxima seguridad, su capacidad para dirigir operaciones se volvió nula. Mientras Guzmán se convirtió en un objetivo mediático y de alto perfil, Zambada prefirió mantenerse bajo discreción, logrando estar prófugo por más de 5 décadas.
Su estrategia de bajo perfil le permitió mantener el control de su facción y de las rutas clave del narcotráfico. La ausencia de 'El Chapo' creó un vacío de poder que sus hijos, conocidos como Los Chapitos (Iván Archivaldo, Jesús Alfredo y Ovidio), buscaron llenar. Esta nueva generación trajo consigo un estilo de liderazgo más confrontacional y violento, en contraste con el enfoque más empresarial y discreto atribuido a Zambada.
Según los análisis de seguridad, esto generó una fractura interna en el Cártel de Sinaloa. No se trata de una guerra declarada entre Zambada y su antiguo socio, sino de una división operativa. Por un lado, está la facción histórica y más tradicional de 'El Mayo', y por otro, la facción de Los Chapitos, que ha consolidado su propio poder a través de la violencia y el control de negocios como el tráfico de fentanilo a Estado Unidos.
Por último, con el arresto de 'El Mayo' en 2024, el poderoso grupo criminal terminó por dividirse, al punto de volverse rivales. Se puede decir que la era Guzmán-Zambada no concluyó por una ruptura personal, sino porque la captura de sus líderes rompió el equilibrio. Hoy, el Cártel de Sinaloa opera más como una federación de facciones con intereses a veces alineados y otras en competencia, marcando el fin de la histórica dupla que lo dirigió por décadas.
Fuente: Tribuna
