Navojoa, Sonora.- Cuando su segunda hija fue diagnosticada con Síndrome de Down, Olguita Torres supo que su vida no sería nada sencilla, sin embargo, el amor de madre la motivó para construir las bases de una sociedad más incluyente para su hija y para las familias con alguna condición de vida diferente.
Olga Cecilia Torres Ramírez, se ha convertido en un pilar para los defensores de los derechos humanos en la región del Mayo, principalmente para las personas con alguna discapacidad, quienes históricamente han sufrido en silencio, el desinterés de las autoridades e incluso de la propia sociedad.
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SU LUCHA
Fue en el año 2012, cuando recibió la invitación a formar una asociación para padres con algún hijo con discapacidad en Navojoa, debido a que en ese entonces, no existía una en la ciudad, por lo que vio en este llamado, una oportunidad de que sus demandas por fin fueran escuchadas, sin embargo, el desinterés y la desinformación fueron su primer obstáculo.
Escuché en la radio sobre la convocatoria, querían constituir una asociación porque no había ninguna, pero sólo tres papás acudimos al llamado... Se desanimaron y pensaron en no hacerla, pero yo no los dejé, les dije que por lo menos tendríamos un presidente, secretario y tesorero, por lo que decidieron que yo fuera la presidenta”, recordó.
Desde entonces, comenzó a tocar puertas, invitando a los padres de familia con algún hijo con discapacidad a sumarse al proyecto, debido a que solamente unidos, sentarían las bases de una sociedad más incluyente, comenzando por la integración de sus hijos en las actividades y ámbitos de su elección.
A veces luchas en solitario y no hay mucho eco, pero el estar junto a los demás padres de familia nos hermanó muchísimo… Estuvimos dos años tocando puertas, convenciéndolos, porque sentían que nosotros queríamos lucrar con sus hijos o exponerlos, esto nos indicó que se sentían dolidos con la sociedad, por los estigmas y etiquetas”, afirmó Torres Ramírez.
Desde entonces, gracias a casi 15 años de trabajo y lucha, la asociación ‘Por una Familia Feliz’, ha logrado abrir puertas a los niños y jóvenes con alguna discapacidad, quienes ahora pueden participar en distintas actividades deportivas y culturales en Navojoa.
FRANCHEZKA BARBA: UN LEGADO DE AMOR
Fue en el año 2004 cuando Franchezka nació, una joven que vino al mundo a romper estereotipos y motivar corazones, principalmente el de su madre, Olga Cecilia Torres Ramírez, quien en busca de construir un mundo mejor para su pequeña, sin darse cuenta, ayudó a que decenas de niños y niñas con alguna discapacidad pudieran cumplir sus sueños, integrándose en distintas actividades, desde la música, baile, deporte, entre otras más.
Con mi hija fue una gran oportunidad, tenía ocho años cuando se formó la asociación y gracias a ello, nos unimos más, mientras crecían nuestras ganas de seguir luchando… Cuando ella se fue, mucha gente dijo que ya no tendría por quién luchar, pero lo que viví con franchezca, las situaciones y experiencias de vida, son mi motor para seguir ayudando como presidenta de la asociación”, puntualizó.
Fuente: Tribuna Sonora