Ciudad Obregón, Sonora.- Un video que comenzó a circular hace unos ha puesto de manifiesto la compleja relación entre la necesidad económica, la responsabilidad familiar y la protección de los derechos infantiles en Ciudad Obregón. Las imágenes, que muestran a una niña aparentemente quedándose dormida mientras vende frutas en el cruce de las calles 300 y Norman E. Borlaug, generaron una respuesta negativa en redes sociales, pidiendo a las autoridades examinar la situación.
Atendiendo a los reportes, el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Cajeme activó sus protocolos. Personal de la Unidad Municipal de Atención a la Violencia Familiar (UMAV) asistió al lugar indicado, aunque en su visita inicial no encontraron a la menor de edad. Noé Oroz, procurador de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes de la institución, confirmó que se abrió una investigación formal para asegurar el bienestar de los involucrados.
Como primer dato, Oroz señaló que los menores de esta familia se encuentran debidamente inscritos en el sistema educativo y asisten a clases con regularidad. No obstante, la procuraduría efectuará un análisis más profundo para garantizar que se respeten plenamente sus derechos a un desarrollo integral, libre de cualquier forma de trabajo que pueda perjudicar su salud o educación.
En respuesta, José Mendívil, abuelo y tutor legal de tres niños, explicó el contexto familiar. Tras el fallecimiento de su hija, y posteriormente el del padre con quien compartía el cuidado de los menores, asumió la responsabilidad total de sus nietos. Según relató, su jornada laboral en el puesto de frutas es el único sustento del hogar, y la compañía de los niños es una necesidad, ya que no cuenta con una red de apoyo para dejarlos al cuidado de alguien más.
"Yo me hago cargo de ellos. Trabajo para darles de comer y solventar los gastos. Siempre están conmigo porque no tengo dónde dejarlos", afirmó Mendívil, asegurando que sus nietos cuentan con alimentación, vestimenta y acceso a la escuela. Aclaró que, en ocasiones, cuando le ayudan voluntariamente, les otorga una gratificación económica como una forma de enseñanza. La familia, que no recibe apoyos gubernamentales, ha expresado sentir tristeza por el escrutinio público.
Fuente: Tribuna
