Ciudad de México.- La querida actriz de Televisa y presentadora, Michelle Rodríguez, a un año de haber abierto su corazón y finalmente salir del clóset, y mediante sus redes sociales presentar a su novia, la mujer que ella llama el amor de su vida, ahora, brindó una entrevista al medio Quien, en la que hizo una fuerte confesión sobre lo que ha sido este proceso de sincerarse públicamente y que es lo que trajo a su vida.
En medio del furor que causaba la inesperada y muy notoria perdida de peso de Rodríguez, la excolaboradora de Me Caigo de Risa en mayo del 2024 salió oficialmente del clóset y presumió su amor con la actriz Victoria García, al publicar una serie de fotos con motivo del Día Nacional de la Pareja en sus redes sociales. Pocas semanas después, en Faisy Nights confirmó tener una relación gay y que estaba inmensamente enamorada y feliz al lado de su novia.
Meses después, en el podcast El Papishou, creado y presentado por el reconocido actor, Roberto Carlo, que es un gran activista y perteneciente de la Comunidad LGBTQ+, Michelle confesó que decidió hablar públicamente del tema por cuestiones de ser libre y estar cómoda con ella misma, destacando que todo es saber quién es y reconocer su valor y valía de sus palabras, tener ella el poder de todo lo que es y decir su historia, no darle ese poder a los demás.
Y ahora, en una entrevista para el medio Quien, la actriz de 40 y 20, se sinceró sobre su liberación, afirmando que para ella, lo más importante de revelar su orientación no fue el salir del clóset, sino el poder confrontar toda esta situación desde la paz, el no esconderse más y ser realmente ella, entendiéndose y amándose: "De las cosas más bellas que me ha regalado el 'salir del clóset', hablar de quién amo con libertad y mostrarme sin 'esconderme', es la paz y el encuentro conmigo misma. A veces desde la confrontación y desde la resiliencia y muchas otras desde la luz y la calma".
Finalmente, Michelle confesó que desgraciadamente, uno mismo se frena a ser libre por miedo a los prejuicios, que ya no vienen solo de fuera, sino desde el exterior, aclarando que ella los sintió y tristemente se dio cuenta de que ella también se juzgaba, y por eso, al abrazarse así misma, la llevo al entendimiento y liberarse de su propio prejuicio y ser feliz: "Ser 'uno mismo', muchas veces es un acto de valentía (tristemente), no solo por el juicio externo, sino por la dolorosa carga de nuestros propios prejuicios y miedos".
Fuente: Tribuna del Yaqui
