Ciudad de México.- El futbol no es ajeno a los problemas sociales y políticos y en muchas ocasiones sirve como escenario para evidenciarlo de manera más mediática debido a la popularidad de este deporte en el mundo. Ahora, en medio de uno de los Mundiales más politizados de los últimos años, en la Copa del Mundo se presentan dos encuentros de alto riesgo para la FIFA por el pasado y actualidad de sus protagonistas.
Mañana Irán y Estados Unidos se enfrentan en un partido crucial en el ámbito deportivo porque el ganador estaría decidiendo su boleto a octavos de final, pero también juegan dos equipos representando a dos países antagónicos políticamente. Las tensiones entre ambos han escalado desde finales de la década de los 70´s con la revolución islámica y que se mantiene actualmente tras las sanciones al programa atómico iraní.
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Por si no fuera suficiente, la cuenta de la selección estadounidense en Twitter publicó una imagen estadística con la bandera de Irán incompleta, lo que desde el país asiático interpretaron como una falta de respeto que incluso ha llevado a la amenaza de una sanción desde FIFA. Las tensiones siguieron en la conferencia de prensa previa al partido con los reporteros haciendo cuestionamientos lejos del ámbito deportivo a los representantes de ambas selecciones. En 1998 ya se enfrentaron ambos países en condiciones similares y la respuesta de ese día fue la iniciativa de la selección de Irán de entregar ramos de flores en una muestra de paz.
Serbia vs Suiza otro juego de tensiones
El Serbia contra Suiza será en la tercera jornada y entre ambas naciones no hay ningún conflicto; sin embargo, hay una situación histórica que se traslada a sus jugadores. En el equipo suizo hay jugadores con ascendencia de Kosovo, nación de reciente creación y que se separó de Serbia, que no reconoce su independencia. Este juego se realizará con el antecedente de una fotografía del vestidor serbio con la bandera de su país y el mapa que incluye la zona kosovar.
En el Mundial de Rusia 2018 también jugaron entre si en la fase de grupos y el encuentro causó polémica por la celebración de Granit Xhaka y Xherdan Shaqiri, ambos de Suiza y de ascendencia albano-kosovar, haciendo el gesto del águila bicéfala en referencia a la gran Albania que contempla a Albania y Kosovo.
Fuente: Tribuna