Los Ángeles, California. - Todo México y el mundo del béisbol están de luto tras el fallecimiento de Fernando Valenzuela, quien dejó un legado imborrable en la historia deportiva del país y en las Grandes Ligas. Sin embargo, su partida revive uno de los temas más controversiales: la ausencia del ‘Toro’ en el Salón de la Fama de Cooperstown, a pesar de los méritos y logros que acumuló a lo largo de su carrera.
El nacido en Etchohuaquila, Sonora debutó en las Grandes Ligas en 1981 con los Dodgers de Los Ángeles, y desde su primer año mostró su inmenso talento. Valenzuela no solo lideró al equipo hacia la Serie Mundial, sino que se convirtió en una sensación global, dando inicio a la legendaria 'Fernandomanía', que marcó una época dorada para el béisbol en México y Estados Unidos. Sin embargo, a pesar de una carrera ejemplar, Valenzuela nunca fue elegido para el Salón de la Fama de Cooperstown.
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Para quien no lo sepa, en su primer año en las Grandes Ligas, 1981, Fernando Valenzuela logró lo que pocos han conseguido: fue Novato del Año, ganó el prestigioso Premio Cy Young, y lideró a los Dodgers a la Serie Mundial, donde brilló en el tercer juego ante los Yankees, consolidando su lugar en la historia del béisbol. Hasta el día de hoy, Valenzuela sigue siendo el único jugador en la MLB que ha ganado el Cy Young y el Novato del Año en la misma temporada.
Con cada temporada, Fernando se consagraba como uno de los mejores pitchers no solo de los Dodgers, sino también como el mejor mexicano que haya jugado en las Grandes Ligas. Su impacto fue tal que, años después, la franquicia de Los Ángeles retiró su número 34, inmortalizándolo como una leyenda para la afición angelina.
Aunque los logros de Fernando Valenzuela parecían suficientes para alcanzar un lugar en el Salón de la Fama de Cooperstown, las reglas y criterios de selección no jugaron a su favor. A continuación, se explican los requisitos que no logró cumplir:
- Permanecer 10 temporadas en la MLB.
Valenzuela cumplió este requisito, lo que lo hizo elegible desde 2003.
- Superar cinco años de retiro antes de ser considerado.
También cumplió con este criterio, ya que se retiró formalmente en 1997.
- Obtener al menos el 75 % de los votos del Comité de Selección.
Este último punto fue el principal obstáculo. Aunque muchos aficionados impulsaron una campaña en 2022 para que su nombre fuera reconsiderado, no logró reunir el apoyo suficiente del Comité de Selección para alcanzar la investidura en vida.
Si bien el reconocimiento máximo de Cooperstown le fue esquivo, por fortuna Valenzuela sí fue homenajeado en su país natal. En 2019, ingresó al Salón de la Fama del Béisbol Mexicano, consolidando su estatus como una de las máximas figuras deportivas de México.
Además, su impacto en las Grandes Ligas es innegable. La Fernandomanía no solo revivió el interés por el béisbol en Los Ángeles, sino que abrió las puertas para otros peloteros latinoamericanos en la MLB. Valenzuela se convirtió en un ícono de orgullo y esperanza para la comunidad hispana en Estados Unidos.
Aunque su carrera no alcanzó los números que el Comité de Cooperstown suele valorar, el impacto cultural y deportivo de Fernando Valenzuela trasciende las estadísticas. Su habilidad, humildad y el carisma con el que conquistó a los fanáticos de ambos lados de la frontera lo convirtieron en una leyenda viva del béisbol.
Su legado se mantendrá no solo en los registros históricos de la MLB y en los corazones de los aficionados, sino también como inspiración para futuras generaciones de peloteros mexicanos.
Hoy, México y el mundo del béisbol despiden al 'Toro' de Etchohuaquila con tristeza, pero también con gratitud por todo lo que dejó en el diamante y fuera de él. La ausencia de Valenzuela en Cooperstown no disminuirá su grandeza, pues su nombre, su número y su legado ya están inmortalizados en la historia del béisbol.
Aunque no obtuvo en vida el reconocimiento de Cooperstown, Fernando Valenzuela será recordado como uno de los grandes del béisbol mundial. La 'Fernandomanía' no ha terminado; seguirá viva cada vez que un joven mexicano sueñe con alcanzar las Grandes Ligas, inspirado en la carrera de un pitcher zurdo que demostró que los sueños no tienen fronteras.
Fuente: Tribuna