Landover, Maryland.- Austin Seibert contuvo las lágrimas al asumir la responsabilidad de fallar el punto extra que habría empatado el marcador en el último minuto. Jeremy Reaves contuvo las lágrimas, culpándose a sí mismo por una tarea perdida que llevó a un touchdown de regreso de patada inicial. Y John Bates contuvo las lágrimas al hablar de seguir adelante después de su costoso balón suelto.
Todos esos errores tardíos contribuyeron a la tercera derrota consecutiva de los Washington Commanders, 34-26 ante los Dallas Cowboys el domingo en un juego que no tuvo nada de especial hasta el caos del último cuarto.
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Los equipos se combinaron para anotar 31 puntos en los últimos cuatro minutos, la mayor cantidad en un partido de la NFL en más de una década, y los Commanders (7-5) sufrieron una derrota que pone en peligro aún más sus posibilidades de playoffs.
“Cada vez que pierdes un juego o pierdes de esa manera, es muy difícil y es difícil, pero nunca se reduce a una jugada”, dijo el mariscal de campo novato Jayden Daniels. “Hay jugadas a lo largo del juego en las que las pequeñas cosas se suman a las grandes”.
Había un montón de pequeñas cosas.
Después de que Bates perdió el balón, los Cowboys (4-7) tomaron una ventaja de 11 puntos y los Commanders hicieron una conversión de 2 puntos para reducir el déficit a tres, pero KaVonte Turpin de Dallas devolvió la patada de salida 99 yardas para un touchdown.
Dura resaca
“No hice la jugada cuando tenía que hacer, y nos costó”, dijo Reaves, uno de los mejores jugadores de equipos especiales de la liga y seleccionado al Juego de las Estrellas hace dos temporadas. “No hay excusa, hombre. He hecho esa jugada 100 veces, y no lo hice hoy y nos costó el partido. Es inaceptable. Depende únicamente de mí. Va a picar por un tiempo. Va a doler”.
Después de que Seibert convirtió un gol de campo de 51 yardas, Daniels conectó con Terry McLaurin en un touchdown de 86 yardas que puso el marcador 27-26 con 21 segundos por jugar.
El entrenador en jefe Dan Quinn dijo que no se la pensó en ir por 2 en esa situación. El intento de Seibert se fue desviado a la izquierda en el intento de punto a punto.
“Simplemente no estaba golpeando bien”, dijo Seibert, quien agregó que se sentía bien y no culpó a una jugada baja por su fallo. “No hizo ninguna diferencia. Dependía de mí”.
Juanyeh Thomas devolvió la patada corta inmediatamente después de 43 yardas para un touchdown para poner a Dallas ocho arriba con 14 segundos por jugar.
Ofensivas sin freno
Los 31 puntos combinados son la segunda mayor cantidad en un juego desde al menos 2000, solo detrás de los 36 de Minnesota y Baltimore en su juego del 8 de diciembre de 2013. Cowboys-Commanders fue el primer partido en la era del Super Bowl en tener dos puntos extra fallados, dos touchdowns de devolución de patada inicial y un despeje bloqueado.
“Llegamos hasta el final y fue un espectáculo situacional del juego”, dijo el entrenador de Dallas, Mike McCarthy. “Era como Yahtzee. Todo estaba ahí”.
Si bien la racha de Washington continuó, los Cowboys terminaron su racha perdedora a cinco gracias al buen juego del mariscal de campo Cooper Rush, una defensa que forzó dos pérdidas de balón y, por supuesto, el éxito de los equipos especiales.
Rush completó 24 de 32 pases para 247 yardas y touchdowns a Jalen Tolbert y Luke Schoonmaker.
“Quedan muchos partidos”, dijo Rush. “Estamos sentados en 4-7. Es por eso que juegas con ellos”.
Los Commanders tienen que hacer un examen de conciencia después de perder como favoritos por 10 y medio puntos en el encuentro entre rivales de la NFC Este y hacerlo de una manera que dejó a los jugadores muy emocionados.
“Los juegos locos, sé que se sienten un poco mejor cada vez que los ganas”, dijo el pateador de despeje y titular Tress Way. “Pero esa es una píldora difícil de tragar”.
Fuente: Tribuna