Ciudad de México.- Patrick Mahomes es la gran figura de los Kansas City Chiefs en la actualidad y es considerado por muchos como la gran figura de la National Football League (NFL) en su posición. Su estilo y su éxito alcanzado a tan corta edad le han llevado los halagos de otras figuras de este deporte como Tom Brady, quien ya lo ha colocado como el mejor de todos los tiempos, pero hubo un tiempo en que estuvo llamado a ser beisbolista y quizás no se estuviera contando su historia.
Patrick Mahomes nació en Tyler, Texas el 17 de septiembre de 1995 y proviene de una familia de tradición deportiva, pues su padre, Pat Mahomes, fue beisbolista profesional y formó vistió las franelas de Minnesota Twins, Boston Red Sox, New York Mets, Texas Rangers, Chicago Cubs y Pittsburgh Pirates por lo que naturalmente el pequeño Patrick se sintió atraído por ese deporte y quizás también algo habrá heredado de las habilidades de su padre.
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Aunque le atraían todos los deportes mostró gran potencial en el beisbol ya a nivel preparatoria. Jugando para Whitehouse High School y jugando como lanzador, ponchó a 16 rivales, en un juego sin hits y aunque dio bases por bola y permitió una carrera, sus lanzamientos alcanzaban casi los 150 kilómetros por hora, según ESPN. A punto de llegar a la universidad, recibió la oferta de jugar con los Detroit Tigers quienes lo habían seleccionado en la ronda 37 del Draft, pero los descartó.
En lugar de eso se unió a Texas Tech University y ahí comenzó a lucir más como jugador de futbol americano. En su carrera en el futbol colegial lanzó para 11 mil 252 yardas, tuvo pases para 93 touchdowns y solo fue interceptado en 29 ocasiones. Los scouts describían el juego de Mahomes como alegre, pero también algo arriesgado. De cualquier forma Patrick ya estaba decidido a triunfar en el futbol americano y anunció que se uniría al Draft de la NFL en 2017.
Kansas City apostó por él al elegirlo en la décima posición global del Draft con la confianza de haber hecho un buen movimiento. Mahomes pasó su primer año como quarterback suplente, pero a partir del segundo comenzó a mostrar su valía. Su impresionante 2018 le alcanzó para ser el Jugador Más Valioso de la temporada y se convirtió en el más joven en lograr esa distinción desde 1984 y el resto se ha convertido en historia. En el 2020 ante los San Francisco 49ers ganó su primer anillo de Super Bowl.
Tras su título Kansas aseguró a su mariscal otorgándole el mayor contrato en la historia hasta ese momento al renovarlo por diez años y 500 millones de dólares. Repitió al llegar al Super Bowl LV, pero cayeron ante Tampa Bay de Tom Brady y para 2022 su equipo no estuvo presente, pero su nivel se mantenía alto. Ahora este año ha regresado al gran partido y buscará su tercer título con apenas 28 años de edad y todavía varios años por delante para seguir sorprendiendo.
Fuente: Tribuna