Ciudad de México.- Dos años tuvieron que pasar para que los fanáticos de la agrupación albana Rammstein hicieran efectivos los boletos que compraron con el fin de verlos en vivo, pues por la crisis sanitaria a causa de Covid-19, la fecha se pospuso en más de una ocasión; sin embargo, la espera valió la pena pues los representantes de metal industrial demostraron porqué abarrotan cada recinto que visitan en todo el mundo.
Cabe destacar que previo a este magno concierto, en redes sociales se había hecho viral la petición en torno a no lanzar peluches del 'Dr. Simi' al escenario, esto debido a que a diferencia de otros artistas que lo han recibido y que a la vez ha popularizado más la práctica, los intérpretes de Du Hast, Sonne, Engel o Feuer Frei se caracterizan por mucha pirotécnica en el escenario y al tratarse de un artículo flamable las consecuencias pudieron ser fatales.
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No obstante, la primera presentación que los alemanes tuvieron en el Foro Sol no solo dejaron con un buen sabor de boca a sus seguidores, sino que además demostró que pese a cualquier advertencia, este peluche de una reconocida cadena de farmacias siempre se las va a ingeniar para llegar al escenario ya que Richard Z. Kruspe, guitarrista de Rammstein, notó la presencia de este artículo y, a diferencia de Dua Lipa o Rubén Albarrán de Café Tacuba, lo tomó entre sus manos y hasta colocó entre su atuendo.
El artículo en cuestión estaba vestido como Christian 'Flake' Lorenz, tecladista de la banda y quien fue visto por calles de la capital previo a este primer evento pero, aunque él no fue quien lo recibió, su compañero sí, lo que de inmediato acabó por ‘sepultar’ los memes que ya estaban en las plataformas digitales en torno a que este simpático doctor no llegaría al escenario como se había pedido.
Aún quedan pendientes dos fechas más en la Ciudad de México luego de este acto, se cree que otros fans repliquen la acción y hagan que el artículo llegue hasta donde los músicos se encuentran, eso si la pirotécnica o hasta el 'sufreo' entre el público no provocan que el objetivo no se cumpla, pues parece que llevar estos peluches y sobre todo lanzarlos al venue es una tradición que llegó para quedarse.
Fuente: Tribuna