Belfast, Irlanda.- A casi 1 mes del fallecimiento de Isabel II la vida en la monarquía británica ha retomado su ritmo, especialmente los Príncipes de Gales, quienes se han mantenido activos en la vida pública. Recientemente, la pareja tuvo que acudir a Belfast, en Irlanda del Norte, para visitar a la asociación PIPS Suicide Prevention Ireland, quienes se enfocan en la prevención del suicidio y las autolesiones.
Ambos Kate y William acudieron a hablar con el personal y los consejeros del organismo, en un principio la visita iba viento en popa, hasta que los royal salieron a estrechar las manos de los lugareños, quienes acudieron a conocerlos, actividad que ya es regular en la realeza británica, incluso se les vio hacerlo cuando salían a escuchar a los dolientes durante los ritos funerarios de la Reina Isabel II; sin embargo, esta caminata resultó ser un tanto diferente.
De acuerdo con algunos informes, la Princesa estaba realizando su recorrido hasta que se acercó a una mujer vestida con un cardigán verde esmeralda, quien se encontraba grabando el encuentro con su teléfono celular. Ambas féminas se dieron la mano, pero de pronto, la desconocida pronunció unas palabras que encendieron las alarmas de los presentes y es que, parece ser que ella no gusta de la realeza.
Encantada de conocerte, pero sería mejor que fuera cuando estuvieras en tu propio país. Irlanda pertenece a los irlandeses" declaró la mujer mientras sostenía la mano de Kate
Como era de esperarse, toda la atención se centró completamente en el tipo de reacción que tendría la nuera de Carlos III, quien reflejó que, probablemente, ya se había enfrentado ante este tipo de declaraciones en el pasado o quizás ya había sido instruida para este tipo de momentos, ya que, la mujer de 40 años simplemente atinó a reírse y continuar su labor de estrechar manos, lo que provocó que los miles de espectadores acudieran directamente a Twitter a alabar la compostura y gracia de la nueva Princesa de Gales.
Cabe señalar que esta no es la primera vez que Kate se enfrenta al rechazo de los irlandeses, ya que, tan solo su boda con William en el año 2011 recibió constantes amenazas de violencia y perturbación por parte de los grupos republicanos irlandeses disidentes, motivo por el que la agencia de seguridad nacional británica, el MI5 tuvo que intervenir y tiempo más tarde se anunció el abandono de las protestas.
Fuentes: Tribuna