Londres, Inglaterra.- El 8 de septiembre de hace 3 meses, la corona británica se vistió de luto, después de que la Reina Isabel II falleciera a los 96 años de edad. Aquel día, no solo murió una cabeza de familia, sino que también partió la principal figura de la iglesia anglicana. A más de 12 semanas de este evento, el Rey Carlos III vuelve a vestirse de luto, aunque esta vez no lo hizo por alguien de su familia, sino por un miembro de la iglesia católica.
Como algunos sabrán, la mañana de este sábado, 31 de diciembre, el Papa emérito Benedicto XVI, perdió la vida, este hecho provocó que varios líderes mundiales emitieran sus condolencias, entre ellos se encuentra el hijo de Elizabeth II y el Príncipe de Edimburgo, quien presentó sus respetos y elogió los esfuerzos del expontífice para "promover la paz" entre la comunidad católica y la protestante.
De hecho, lo que muy pocos saben es que Carlos III y Benedicto tendrían más en común, ya que, el expapa participó activamente en la comunión de la iglesia Anglicana, misma a la que pertenece la Familia Real Británica desde el reinado de Enrique VIII, quien se separó de la fe católica para poder divorciarse de su entonces esposa, Catalina de Aragón. Según declaraciones del esposo de Camilla Parker Bowles, él recibió la noticia con "profunda tristeza".
En su comunicado, Carlos III expresó el gran cariño que sentía por 'Su Santidad': "Recibí la noticia de la muerte de su predecesor, el Papa Emérito Benedicto XVI, con profunda tristeza. Recuerdo con cariño mi encuentro con su Santidad durante mi vista al Vaticano en el 2009. Su visita al Reino Unido en 2010 fue importante para fortalecer las relaciones entre la Santa Sede y Reino Unido. También recuerdo sus esfuerzos por promover la paz y la buena voluntad entre todas las personas, y para fortalecer la relación entre la comunión Anglicana mundial y la iglesia Católica Romana".
Si bien la participación de Benedicto como papa fue relativamente corta en comparación de sus predecesores, éste pasó a la historia por haber sido el primer papa en dimitir al cargo en 600 años, es decir, se trató de un hecho histórico. Cabe señalar que cuando éste dejó su cargo, la iglesia católica se encontraba en uno de sus peores momentos y es que, los escándalos de abuso sexual por parte de los sacerdotes hacía menores estaban a la orden del día.
Fuentes: Tribuna