Nueva York, Estados Unidos.- El pasado lunes, 18 de julio, Meghan Markle y el príncipe de Inglaterra, Harry, se robaron los titulares de los medios de sociales después de su aparición en la Organización de las Naciones Unidas, por el Día de Nelson Mandela, pero unas horas más tarde fueron captados al arribar exclusivo restaurante Locanda Verde, en Nueva York, donde los guarda espaldas de los duques de Sussex habrían amedrentado a los comensales.
De acuerdo con algunos informes, la exestrella de Suits, habría intentado reservar el patio con capacidad para 50 personas, únicamente para poder cenar ahí con Harry y otros dos acompañantes; sin embargo, el dueño del establecimiento se negó declarando que aquella zona ya había sido apartada por una persona que estaba por celebrar su cumpleaños y había invitado a 15 comensales.
Según algunos informantes la noticia fue tomada a bien por Markle, ya que, al final optaron por cenar al interior como los demás consumidores, aunque no pudieron evitar hacer gala de sus buenos modales y acudieron a felicitar al festejado, a quien le desearon un muy dulce y feliz cumpleaños. De acuerdo con los presentes, los fiesteros reaccionaron sorprendidos ante la presencia de los duques, por lo que se limitaron a responder con un "gracias".
Sí bien, Meghan y Harry parecían disfrutar de su velada, junto a sus dos amigos, parece ser que los guardaespaldas de estos hicieron pasar un momento incomodo a los comensales, ya que, algunos medios denunciaron que los escoltas le habrían dicho a la gente que se abstuvieran de retratar al hijo de Diana de Gales y a su esposa, de lo contrario les tendrían que pedir que abandonaran el establecimiento. Incluso hay reportes que indican que el equipo de seguridad de la pareja bloqueó el paso de las personas que intentaban tomar alguna fotografía y, para el final de la noche, el matrimonio se marchó tranquilamente.
Fuentes: Tribuna