Irlanda del Norte.- Luego de que Isabel II perdió la vida el pasado jueves, 8 de septiembre, su hijo mayor, asumió la responsabilidad del trono, convirtiéndose así en el Rey Carlos III; sin embargo, parece ser que el monarca ha mostrado tener poca paciencia con los errores de los asistentes reales, a quienes se les ha visto reprender en más de una ocasión, tal y como ocurrió durante la jornada de este martes, 13 de septiembre.
Todo sucedió cuando el nuevo soberano inglés arribó a su residencia real en el Castillo de Hillsborugh, en Irlanda del Norte con motivo de su gira por todo el territorio que su madre llegó a reinar, de hecho este destino es el que marca la etapa final de dicho recorrido; sin embargo, parece ser que todo el evento fue arruinado después de que un empleado cometió un error humano, hecho que fue reprochado por el nuevo soberano.
De acuerdo con información del Daily Mail, justo cuando el exesposo de la Princesa Diana estaba por marcharse, debía firmar el libro de visitas de Belfast; sin embargo, la pluma que le entregaron para realizar esta acción estaría defectuosa, ya que, según algunos informes, habría manchado los dedos del monarca, motivo por el que explotó en ira sin importarle que había cámaras presentes en el lugar.
No puedo soportar esta maldita cosa... cada vez apesta más", declaró, mientras le entregaba la herramienta a la reina consorte, Camila Parker Bowles
Por su parte, la esposa del Rey, se giró rápidamente para indicarle a uno de los asistentes que el bolígrafo estaba goteando, por lo que le pidió que lo cambiara, tras ello salió justo detrás de su marido, en tanto éste último se brotaba los dedos con ambas manos para retirar los remanentes de la tinta. Como se mencionó anteriormente, esta no es la primera vez que Carlos III estalla en contra de uno de los empleados de la realeza, ya que, en días atrás habría regañado a un trabajador por no retirar a tiempo las indumentarias de la mesa en la que se encontraba firmando algunos documentos.
Fuentes: Tribuna