Lima, Perú.- Como ya algunos sabrán, durante la jornada del pasado sábado, 21 de enero, el denominado villano del espectáculo, Alex Kaffie compartió una fotografía en Instagram donde se puede ver que Gabriel Soto e Irina Baeva habrían limado sus asperezas y, luego de cinco meses de rumores de su presunta separación, en días recientes se dejaron ver en un yate en la Riviera Maya, lugar al que ambos acudían con regularidad.
En su publicación, Kaffie menciona que, luego de que Soto fue "rechazado" por Sara Corrales, éste habría decidido regresar con la guapa rubia. Cabe señalar que la imagen no fue compartida por la pareja, sino que habría sido compartida por el prestador de servicios gastronómico, Abimael Angulo, quien celebró en redes sociales: "Fue un gusto brindarle servicio a Irina Baeva y a Gabriel Soto".
Sin embargo, el mismo día que la fotografía fue publicada, otra actriz estaba haciendo lo propio a través de sus redes sociales, quien sin saberlo, habría echado de cabeza al actor de Mujer de madera y Mi camino es amarte. Se trata de Laura Zapata, quien el día de ayer, presumió un retrato junto a Gabriel Soto, con quien está grabando el filme La Peor de mis Bodas 3, en nada más y nada menos que en Perú.
Si bien, los fans de la hermana de Thalía celebraron la mancuerna, los seguidores de Gabriel Soto entraron en conflicto, porque al igual que el resto del mundo, ellos consideraban que estaba de vacaciones con su hija menor e Irina: "Mi Laurita, ¿cómo así que están en Perú?, ¿Gabrielito también? ¿Se teletransportó a la Riviera Maya o son fotos viejas?", cuestionó uno de los fans y aunque si obtuvo algunos likes, nadie le respondió.
Si bien, es posible que se trate de una imagen de varios días atrás, también existe la posibilidad de que las fotos con Irina sean un montaje y es que, aunque esto suene a conspiración, anteriormente medios como Venga la Alegría y el propio Alex Kaffie mencionaron que el video que ambos compartieron sobre el cumpleaños de Irina, habría sido un montaje que la pareja planeó porque no podían hacer público su rompimiento, debido a que vendieron su relación amorosa a diversas empresas donde ambos eran la imagen, tal y como se puede ver con una compañía de cemento.
Fuentes: Tribuna