Londres, Inglaterra.- Un informante del Palacio de Buckingham reveló que el último año de vida de la Reina Isabel II fue especialmente tortuoso para la monarca, debido a que frecuentemente surgían titulares en los que tanto Meghan Markle como el Príncipe Harry atacaban a la corona británica. Esta situación habría sido dolorosa para la soberana, debido a que las quejas venían de, a quien ella consideraba como "su nieto querido".
Como algunos recordarán, en el año 2020, la actriz de Suits y el hijo menor de la Princesa Diana decidieron separarse de la Familia Real Inglesa, hecho que ya de por sí causó tremendo escándalo, no solo de en su propio país sino que se habló del tema por días en medios especializados en la farándula y socialité de otros países. A partir de entonces, los Duques de Sussex hicieron constantes criticas a los royals, asegurando que estos habrían sido racistas con Markle y su hijo, Archie, quien aún no había nacido.
De acuerdo con información del medio Telegraph, esta situación habría sido demasiado para la Reina Elizabeth, quien a lo largo de toda su vida evitó la confrontación, pero que ahora se veía acorralada por los medios de comunicación y todo esto habría sido provocado por su nieto: "Ella nunca quiso lidiar con la confrontación, incluso desde el comienzo de los problemas del príncipe Andrew, y esto se le metió en la cara casi semanalmente" declaró el informante.
Esto empeoró después de la muerte de quien fue su esposo por 70 años, el Príncipe Felipe: "En esta etapa de su vida y su reinado, simplemente no necesitas eso además de todo lo demás", declaró la fuente. Supuestamente este nivel de estrés terminó por mermar la salud de la reina, quien ya de por sí lucía bastante delgada en las últimas fotografías que le tomaron, cuando conoció a la Primera Ministra, Liz Truss, el 6 de septiembre, es decir dos días antes de su muerte.
Esta noticia surge el mismo día en el que el medio británico, Daily Mail, lanza la noticia de que Harry fue eliminado del proceso de coronación de Carlos III y es que, aunque el monarca anunció que está dispuesto a invitar a su hijo menor, la realidad es que también eliminó un ritual en el que todos los duques debían inclinarse para mostrar su respeto al nuevo soberano de Inglaterra, por lo que si el royal pelirrojo acude no tendrá demasiada participación en la ceremonia.
Fuentes: Tribuna