Los Ángeles, Estados Unidos.- Uno de los sueños más comunes de las personas es convertirse en actores famosos, ¿la razón? Normalmente, esta carrera es relacionada con las riquezas y el renombre; sin embargo, existe un lado oscuro del que muchos artistas han comenzado a hablar con el pasar de los años y es que, con el dinero y la fama, también vienen los excesos y el abuso por parte de terceros. Esto puede causar estragos en la vida de los adultos, sin embargo, los daños entre los menores pueden ser irreversibles.
Tal es el caso de la actriz, Amanda Bynes, quien resalta por tener una historia muy trágica y compleja, la cual involucra problemas de salud mental, adicciones, escándalos y abuso. La histrionista, comenzó su carrera a los siete años en un comercial de productos lácteos y luego se convirtió en una de las estrellas más populares de la cadena infantil Nickelodeon, protagonizando programas como All That, The Amanda Show y películas como Hairspray y She's the Man, donde debía vestirse de hombre para participar en el equipo de futbol de su escuela.
Sin embargo, en 2010 anunció su retiro de la actuación a través de Twitter, argumentando que ya no le gustaba lo que hacía. A partir de entonces, su vida se vio afectada por el consumo de sustancias tóxicas y alcohol, que la llevaron a tener varios arrestos por conducir en estado inconveniente y sin licencia. Además, reveló que había sufrido abuso por parte de su padre y de un productor de Nickelodeon, aunque nunca se comprobó nada y siempre se tuvo la duda de Dan Schneider, quien era productor de The Amanda Show.
En el 2013 fue diagnosticada con trastorno bipolar y depresión, y quedó bajo la tutela legal de sus padres, quienes controlaban sus finanzas y decisiones personales, de manera similar a lo visto con Britney Spears. Durante los años siguientes, intentó rehabilitarse y estudiar cosmetología, pero también tuvo recaídas y episodios psicóticos. Aunque Amanda ha estado luchando por recuperar su salud, el mes pasado tuvo una fuerte crisis derivada de abandonar sus medicamentos, hecho que fue filtrado por una fuente a los medios de comunicación estadounidenses.
Bynes terminó vagando por las calles de Los Ángeles y viviendo como una indigente durante varios días. Hace algunas semanas, la actriz de 36 años fue localizada sin ropa por el conductor de un auto, quien le prestó su teléfono para llamar a la policía y solicitar ayuda. Desde entonces Amanda ha estado internada en un psiquiátrico. Aunque en un principio fue obligada a permanecer ahí por las autoridades, dicha estadía solo debía durar un plazo de 72 horas.
Tres semanas después, el medio estadounidense, TMZ filtró que la estrella de cine continúa en el hospital psiquiátrico, pero se dice que, actualmente, se encuentra totalmente consciente y lo hace porque quiere rehabilitarse completamente. Según el mismo portal, Bynes declaró que aún no se siente segura como para regresar a la vida normal, por su parte, su familia se encuentra preparando todo para cuando salga de su confinamiento.
Fuentes: Tribuna