Ciudad de México.- La Línea 12 estaba encarrilada al fracaso desde antes de su inauguración, pues las modificaciones que sufrieron sus planes de inicio la condenaron al desastre. El 8 de agosto del 2007, el entonces jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard presentó los trazos originales que pensaban la construcción con 20 estaciones subterráneas y tres sobre viaducto superficial, es decir, al nivel de la calle.
Como inversión requería 13 millones de pesos, la cual incrementó a 17 mil 583 millones de pesos, luego de un acuerdo con el consorcio integrado por ICA, Carso y Alstom, que sería el encargado de llevar a la realidad el transporte de 24 kilómetros.
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Lo que no se supo, sino hasta después es que tal "racionalización" consideraba nueve estaciones subterráneas, nueve elevadas y dos superficiales con una longitud de 25 kilómetros. Ante ello, la empresa Consultoría Metropolitana de Ingeniería, S.A. de C.V. (COMIINSA) sugirió que el trazo conservara subterráneo por completo, lo cual fue ignorado.
Al respecto, la COMIINSA destacó que de construirse bajo tierra, se tenía "la capacidad de la estructura de soportar deformaciones generadas por los asentamientos diferenciales (hundimientos)", asimismo, podría soportar sismos de gran magnitud, no obstante, este método constructivo elevaba el costo.
En el propósito del hoy canciller por inaugurar el proyecto en 2010, año del Bicentenario de la Independencia, descartó la propuesta, pues el viaducto subterráneo implicaba una extensión más larga de tiempo, en tanto que el elevado se ajustaba al calendario a conveniencia.
Como desventajas del tramo elevado se enlisto: "Se reduce la velocidad de operación debido a las deformaciones de la estructura", "la estructura es susceptible de presentar daños por movimientos sísmicos mayores" y "se generan daños al material rodante por los golpes constantes de la vía por los desniveles".
Pese a que los objetivos apuntaban a racionalizar los recursos y agilizar el tiempo de construcción, ninguno de ellos se cumplió, pues la obra tuvo un sobrecosto de 26 mil millones de pesos y se terminó hasta mayo 2013.
Cabe destacar que la construcción se trabajó sobre la marcha, ya que no se contaba con un proyecto ejecutivo integral, y falló en las pruebas previas a la inauguración, en 2012.
Fuente: Forbes