Ciudad de México.- La lectura te lleva a otros lugares, a conocer nuevas maneras de vivir, así como desarrollar la expresión oral y escrita. Sin embargo, en México se ha perdido el hábito de leer, de acuerdo con el Módulo de Lectura (MOLEC) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), solo el 68 por ciento de la población mayor de 18 años alfabeta ha consumido algún tipo de material escrito, lo que refleja una crisis en el país.
En México tres de cada 10 personas no ha leído un libro en los últimos 12 meses Por otra parte, el MOLEC reporta que los libros que más se leen son los de literatura y los de autoayuda. Es por ello que se necesita de una estrategia nacional para fomentar la lectura, no solo en las personas mayores de edad, sino que en los pequeños de educación básica que encontrarán en los libros una manera de entender el mundo y su funcionamiento.
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5 formas de fomentar el hábito de lectura
Fomentar la lectura a temprana edad
La etapa preescolar, es decir, entre los dos y cinco años, los pequeños están descubriendo su entorno y en muchas ocasiones no saben leer, por lo que una idea para fomentar el gusto por la lectura es contar historias que capten su interés, que se sorprendan por el contenido de un libro, lo que derivará en que, durante su desarrollo, busquen ejemplares para satisfacer su nueva necesidad lectora, por lo que lo harán como un hábito y no como una obligación.
Leer por gusto y no por obligación
En muchas ocasiones leer un libro se mira como un castigo. Sin embargo, es lo peor que se puede hacer para fomentar el hábito de la lectura, por lo que lo recomendable es terminar con las rutinas tediosas y generar un espacio dedicado para la lectura, el cual se tiene que realizar todos los días, lo anterior con el objetivo de que los pequeños estudiantes se perciban como lectores y gustosos tomen un libro, por lo que quitarán el estigma de aburrido, por el de algo divertido.
Historias dramáticas y diversas
Un ejemplo de esto es el triunfo de sagas como Crepúsculo o Harry Potter, se trata de dos historias diferentes que, por su dramatismo y diversidad de temas atrapó la atención de miles de lectores, la mayoría de ellos menores de edad. Desde el punto de vista pedagógico, se menciona que cada mente es diferente, por lo que consumirá temas distintos, de ahí resalta el hecho de ofrecer temas para cada niño.
Hablar de libros
En muchas ocasiones, la lectura es algo que apena a los estudiantes, por lo que una buena estrategia para terminar con este sentimiento es compartir sus experiencias lectoras, donde se crea un grupo en el que cada menor habla sobre lo que ha leído y lo que le llama la atención de los libros, esto generará un sentimiento de pertenencia y reforzará el gusto, no solo por leer, sino por compartir sus comentarios sobre algún tema.
Películas y libros
En muchas ocasiones, la lectura no es del agrado de los pequeños. Sin embargo, las películas son un seguro de vida para captar su atención, por lo que se recomienda ofrecer películas que nacieron de libros, por lo que el menor se interesará en el tema y acudirá al libro para conocer más a fondo la historia que se le presentó a través de la pantalla. Después, será él mismo quien busque conocer más sobre el tema y encontrará en la lectura la herramienta perfecta.
Fuente: Tribuna