Acapulco, Guerrero. — Mientras Acapulco se recupera de las devastadoras consecuencias del huracán John, que dejó severas afectaciones en diversas colonias del puerto, ahora las autoridades y residentes enfrentan una nueva preocupación: el escape de cocodrilos en la zona.
Según informó Ángeles Rodríguez, corresponsal de Grupo Fórmula en Guerrero, cerca de 40 cocodrilos se fugaron de una unidad ambiental ubicada en la zona de La Bonfil, en la Zona Diamante. Ante esta situación, se lanzó una alerta para que los vecinos extremen precauciones mientras se intenta recapturar a los reptiles. Hay que señalar que los animales representan un riesgo para la población, especialmente en áreas que aún se encuentran inundadas o con problemas de acceso.
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En paralelo, la Secretaría de Educación de Guerrero ha extendido la suspensión de clases en todos los niveles educativos como medida preventiva para proteger a estudiantes y personal académico.
Las consecuencias del huracán John se siguen sintiendo en diversas colonias de Acapulco, como la Luis Donaldo Colosio, donde las familias se esfuerzan por rescatar lo poco que les quedó y trabajan arduamente para limpiar las casas y calles cubiertas de lodo y escombros. Según el periodista Juan Pablo Pérez-Díaz, enviado especial a la zona, aún persisten problemas con el drenaje y se reportan constantes cortes de luz que agravan la situación de los damnificados.
“Fue un desastre muy feo, peor que ‘Otis’. El agua nos tapó por completo, llegó a casi dos metros. Se perdió todo: muebles, estufas, todo quedó destruido”, relató un vecino de la colonia. A su testimonio se suma el de otra residente que explicó que el impacto del huracán superó las expectativas de las autoridades y dejó a muchos sin hogar y sin medios de subsistencia.
Ante la imposibilidad de recolectar y procesar la basura acumulada tras el desastre natural, una calle fue habilitada como vertedero temporal, convirtiéndose en un foco de infección que preocupa a los colonos. La acumulación de desechos amenaza la salud pública y ha generado malestar entre los habitantes, quienes exigen a las autoridades una solución inmediata.
Sin embargo, además de los problemas sanitarios, la inseguridad también aumentó en algunas áreas. Berenice Vicente, vecina de la Zona Diamante, reveló en entrevista con Azucena Uresti para Radio Fórmula que, ante la falta de presencia policial y el incremento de saqueos y robos, varios vecinos decidieron organizarse para defender sus propiedades, por lo que formaron una especie de “policía ciudadana” y se armaron con palos y machetes. “Nos estamos cuidando entre nosotros. Las mujeres vigilan durante el día y los hombres por la noche. No nos queda de otra”, explicó Vicente, quien asegura que la medida busca frenar la rapiña y proteger lo poco que les queda.
Mientras las autoridades trabajan para restablecer el orden y la seguridad en las zonas más afectadas, los residentes exigen mayor atención y apoyo, tanto en la captura de los cocodrilos como en el proceso de reconstrucción y limpieza de sus hogares y negocios. La situación es crítica y, hasta el momento, se desconoce el paradero de muchos de los reptiles, lo que mantiene a la población en constante alerta.
La comunidad espera que la emergencia sea atendida de forma prioritaria para evitar mayores tragedias y que, con el paso de los días, se pueda restablecer la normalidad en una ciudad que ha sido gravemente afectada por el fenómeno natural.
Fuente: Tribuna / Radio Fórmula