Ciudad de México.- Este domingo 20 de julio, se realizó la segunda marcha contra la gentrificación en el sur de la Ciudad de México (CDMX), la cual provocó destrozos en las instalaciones del Centro Cultural Universitario, específicamente en el Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC). La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) expresó su rechazo a estos hechos violentos.
Mediante un comunicado oficial, la Máxima Casa de Estudios reiteró su postura como un espacio de libertad, diversidad de pensamiento y promoción de los derechos a la libre expresión y manifestación pacífica. No obstante, dejó en claro que no comparte ni avala ningún tipo de violencia, agresión o intolerancia como formas de protesta. De momento, no se especificó a cuánto ascendieron los daños materiales en el MUAC.
Así fue la segunda marcha contra la gentrificación en CDMX
Durante este segundo encuentro masivo, manifestantes se congregaron al sur de la capital mexicana, alejándose de zonas como Roma o Condesa, para movilizarse hacia la alcaldía Tlalpan, en inmediaciones del poblado de Santa Úrsula Xitla. El objetivo de la movilización fue denunciar el megaproyecto inmobiliario Fuentes Brotantes 134, el cual contempla la construcción de 52 viviendas en un área clasificada como de conservación patrimonial.
Según habitantes de la zona, dicho proyecto amenaza con provocar escasez de agua y afectaciones al entorno ecológico. Además, se cuestiona la legalidad de los permisos otorgados, pues señalan que no hubo consenso con la comunidad local.
La manifestación estuvo vigilada por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México (SSC-CDMX). A lo largo del recorrido, algunos grupos encapuchados realizaron pintas y causaron destrozos, entre ellos, la ruptura de vitrales del MUAC, lo que derivó en el pronunciamiento de la UNAM.
A la fecha de publicación de esta nota, se desconoce si hay detenidos por estos hechos violentos o bien, si la Fiscalía General de Justicia de la ciudad de México (FGJ-CDMX) mantiene abierta una carpeta por los destrozos.
Fuente: Tribuna
