Montana, Estados Unidos.- Con apenas 23 años, el joven Colin Scott perdió la vida en el parque de Yellowstone. Su muerte fue tan trágica como lenta y horrorosa, su cuerpo se disolvió en un estanque hirviendo.
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El joven no solo perdió la vida en un estanque casi al rojo vivo. Además, antes de que pudieran rescatar su cadáver, las propiedades ácidas del agua lo disolvieron.
Estadísticas del parque, revelan que, pese a ser el hogar de cientos de animales salvajes como osos, lobos y felinos de gran tamaño, la parque más peligrosa del área son los estanques hirviendo al rojo vivo.
La razón es simple, parecieran espacios agradables y cálidos para echarse un chapuzón, pero la temperatura del agua es tan alta que ha sido responsable de miles de quemaduras y lesiones en cientos de personas que subestiman que el líquido está ardiendo.
Pese a los innumerables letreros de advertencia, cada año hay quienes evaden todo señalamiento y entran ilegalmente a zonas a las que no deberían. Este fue el caso de Colin, quien pensó que estaba por vivir una experiencia más.
Por el contrario, el joven murió en cuestión de minutos mientras su hermana, horrorizada, grababa todo mientras buscaba ayuda de las autoridades del parque.
Para cuando los guardabosques llegaron, no hubo nada que pudiera hacer y, antes de que pudieran rescatar el cuerpo, este se disolvió debido a las propiedades ácidas en el líquido.
Fuente: Daily Star