Sao Paulo, Brasil.- Realizar actividades cotidianas como tomar un baño, peinarse, vestirse y hasta calzarse los zapatos es algo de lo más sencillo y poco peligroso que existe; sin embargo, para una familia en Sao Paulo representa uno de los momentos más trágicos de s historia pues un menor de siete años de edad identificado como Luiz Miguel Furtado Barbosa murió luego de ponerse uno de sus tenis para salir en dirección a un campamento.
Fue la familia del menor quienes explicaron que el niño estaba muy emocionado por ir a un campamento y por ello comenzó a alistarse para salir. No obstante, mientras se ponía uno de sus zapatos comenzó a gritar alertando a los habitantes del hogar pues argumentaba tener un intenso dolor en el pie. Al revisar cuál era el motivo de esta dolencia, se percataron que dentro de la prenda había un ejemplar de escorpión amarillo brasileño el cual le había picado.
Esta especie que científicamente lleva el nombre de Tityus serrulatus, es considerada una de las más venenosas de la parte sur de América Latina y fue tanto el daño que le hizo al infante que se informó que había sufrido un total de siete infartos, por lo que al no poder aguantar más, dejó de tener signos vitales y fue declarado sin vida. "Su pierna comenzó a enrojecerse y dijo que el dolor aumentaba", argumentó la madre del menor, Angelita Proenca Furtado.
La familia explicó a los medios de comunicación que cuando el pequeño Luiz Miguel argumentó el dolor en su pierna, de inmediato notaron que se trataba de la picadura de in insecto o hasta un escorpión, por lo que mientras algunos miembros de la familia le daban apoyo, la madre del niño se dio a la tarea de buscarlo para así identificar la especie y poder ayudarlo a recibir el tratamiento adecuado.
Al identificar a la especie, tanto la mujer como su esposo, un hombre identificado como Eraldo Barbosa, se dirigieron al Hospital de Clínicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sao Paulo donde los médicos intentaron estabilizarlo, pues la comunidad medica también sabe que esta especie es una de las más peligrosas en Brasil y por la cual poca gente sale avante tras recibir una picadura.
Dos días después de la picadura del escorpión se informaba que la salud del menor comenzaba a estabilizarse y el panorama era favorable, evento que llevó a los médicos a retirar el suministro de cuerpos fármacos. No obstante, minutos después se tornó agitado, lo que llevó a los médicos a pedir que el menor fuera sedado, algo por lo que ya no despertó pues los infartos acabaron con su vida.
"Los accidentes con alacranes no son raros porque el municipio se encuentra a orillas del río Tiete y tiene una gran superficie forestal", dijo al respecto el ayuntamiento de Sao Paulo.
Fuente: Tribuna