Uvalde, Texas.- Familiares de Salvador Ramos, joven de 18 años que ultimó a 19 niños y dos docentes luego de irrumpir en la escuela Primaria Robb, ubicada en Uvalde, Texas, han hablado con los medios locales e internacionales en referencia al comportamiento del responsable; sin embargo, recientemente lo hizo el padre del tirador quien a la vez, aprovechó el espacio para pedir disculpas por el comportamiento de su hijo y con ello, manifestar arrepentimiento.
Salvador Ramos, como se llama el padre del tirador de esta masacre y quien tiene 42 años de edad, ofreció una plática con el Dialy Beast en donde aseguró que en este momento, solo puede sentir arrepentimiento por todo lo que había hecho su hijo, pues remarcó: "Nunca esperé que mi hijo hiciera algo así", situación que a su vez lo orilló a manifestar que por este hecho, hubiera sido mejor que él muriera en lugar de las 21 víctimas que dejó el tiroteo del pasado 24 de mayo.
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"Debería haberme matado, ya sabes, en lugar de hacerle algo así a alguien", destacó el padre del pistolero.
Al ser cuestionado sobre la relación que tenía el hombre con su hijo, éste respondió que hacía tiempo que estaba lejos de casa por cuestiones laborales, por lo que era su madre, Adriana Ramos, la encargada de cuidarlo y, por ende, compartir un techo con él; no obstante, días después de los hechos se reveló que tanto madre e hijo solían pelear con frecuencia y ella encaraba un problema de adicción a las drogas, por lo que el joven de 18 años había estado viviendo en casa de su abuela, una mujer de 66 años a quien disparó en la cara momentos antes de arribar al recinto educativo al oeste de San Antonio.
Otra de las razones por las que el padre del tirador ya no convivía con la familia fue porque la madre del joven padece cáncer y, a modo de evitar afectarla tras haberse decretado crisis sanitaria por Covid-19, insistió que no la buscaba exponer al virus, haciendo que Salvador Ramos hijo, se negara a hablar con su padre como una forma de rechazo a la ausencia que ya había comenzado.
Pese a todo lo anterior, el hombre de 42 años de edad insistió en que su hijo era una buena persona, declaraciones que se suman a las hechas por su madre que ha remarcado que éste "no era un monstruo" y que solo afrontaba problemas de ira ocasionados por el bullying que sufría en la escuela, pues tenía problemas de habla que lo llevaban a tartamudear y cecear, siendo así señalado por sus compañeros de clase.
"Era una persona tranquila, encerrada en sí misma. No molestó a nadie. La gente siempre lo estaba molestando", concluyó el padre del tirador.
Salvador Ramos había estado compartiendo mensajes de Instagram con un amigo cercano horas antes de la masacre y luego de haber compartido los mismos, no se ha detectado una razón que lo haya orillado a irrumpir en el ensayo de graduación de los menores de entre 8 a 10 años de edad, los cuales estaban aglomerados en un salón de clases en compañía de sus profesoras, dejando así que el número de fallecidos fuera tan alto al grado de ser esta masacre la segunda más letal en la historia de Estados Unidos después de la de Columbine, en Colorado en 1999.
Fuente: The New York Post, ABC, Dialy Beast