Uvalde, Texas.- A varios días del que resultó ser uno de los tiroteos escolares más mortíferos, continúan saliendo a la luz detalles del entorno familiar de Salvador Ramos, joven de 18 años que tras asesinar a 19 alumnos y dos profesoras, fue abatido por la Policía en la Escuela Primaria Robb en Uvalde, una pequeña comunidad de mayoría latina. El abuelo del adolescente, Rolando Reyes, mostró a autoridades en cómo quedó su domicilio luego de que Ramos atacara a balazos a su propia abuela, la señora Celina Martínez de 66 años.
Al recibir a la periodista estadounidense Ali Bradley en la casa que habitaba con Ramos y su esposa Celina (quien sigue hospitalizada pero estable), el hombre de 74 años mostró en video cómo quedó el domicilio luego del ataque. Aunque el lugar ya había sido limpiado por familiares, aún se alcanzaban a ver algunas manchas de sangre en la pared tras los disparos que el adolescente le propinó a su abuela antes de dirigirse a la primaria.
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"Hay sangre por doquier, en todo este sector. Tendré que limpiar (...) No sé bien si él (Salvador) le disparó a ella (Celina) justo aquí", mencionó Reyes mientras caminaba por un pasillo en medio de las habitaciones y otros cuartos. "Probablemente le disparó acá porque había un charco de sangre", dijo apuntando a la pared, la cual tiene huecos en donde impactaron las balas. Contrario a lo que dijeron vecinos, que afirman haber escuchado a Salvador discutir con su abuela antes de atacarla, el señor niega que se hayan peleado.
"Ella no tuvo ningún altercado con él, se mantuvo reservada. Ella quería que él tuviera su propio teléfono", comentó Reyes. Tampoco pudo aclarar porque cometió el crimen, afirmando que es algo que lo "perseguirá el resto de mi vida". Anteriormente ya había declarado que desconocía que su nieto tuviera armas en la casa, ya que él lo hubiera delatado porque él tiene antecedentes penales que le impiden tener una en casa. Incluso, especuló que si no hubiera salido a trabajar tal vez "y me mata a mi también".
Rolando fue abordado por reporteros y cuestionado sobre las víctimas, por lo que pidió perdón asegurando que eran "criaturas inocentes" y que incluso muchos eran nietos de sus amigos: "Lo siento mucho... tengo dolor para todos porque muchos de los niños son nietos de amigos míos y lo siento por todas las familias, por todos. ¿Qué podemos hacer verdad? (Me duele) claro porque son niños, son criaturas inocentes", dijo.
La madre de Salvador, Adriana Martínez de 39 años, se dijo en shock por lo que sucedió y, contrario a cómo lo describieron varios excompañeros de clase y usuarios de redes sociales -quienes afirman que era violento y volátil-, afirmó que su hijo era alguien callado y tranquilo que "no le hacía daño a nadie". La señora se limitó a pedir perdón por lo que sucedió y negó haber tenido una relación complicada con su hijo, aunque se dijo que sí por presuntos problemas de drogas de ella.
No tengo palabras, no tengo palabras para decir. No sé lo que estaba pensando, él tenía sus razones para hacer lo que hizo, por favor no lo juzguen. Yo nada más quiero a los niños inocentes que se murieron... perdóname. Perdónenme".
Sin embargo, también agregó que probablemente su hijo "tenía sus razones" y aunque no pudo confirmar el motivo que habría tenido para perpetrar la matanza, sí pudo especular sobre lo que lo habría llevado a actuar de esa manera: "Mi hijo tenía sus razones... no sé, quizás que se acercaran más a sus niños en vez de poner atención a otras cosas malas. Yo no tengo palabras, no sé (...) Era bien calladito, él no molestaba a nadie, no le hacía nada a nadie".
Fuente: Twitter @AliBradleyTV