Tulsa, Estados Unidos.- El hombre armado que mató a cuatro personas en un edificio médico de Tulsa, Oklahoma llegó hasta ese lugar para matar a un médico al que culpaba del dolor que sufría tras una operación, reportó la policía. El atacante, identificado como Michael Lewis, entró a un inmueble del campus del Sistema de Salud St. Francis con un arma AR-15, para después abrir fuego.
Así asesinó a dos médicos y otras dos personas (Dr. Preston Phillips, la Dra. Stephanie Husen, Amanda Glenn y William Love), dejando también más individuos heridos, explicó Wendell Franklin, jefe de la policía, en una rueda de prensa, agregando que Lewis se suicidó y dejó una carta en el lugar de los hechos, donde "dejaba claro" que entró con la intención de matar al doctor Phillips y a cualquiera que se interpusiera en su camino, detalló la autoridad. Algunas oficinas del campus permanecerán cerradas por el resto de la semana, reportó la administración.
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El agresor se sometió a una cirugía de espalda el pasado 19 de mayo, la cual realizó Phillips, y posteriormente llamó en varias ocasiones durante múltiples días para quejarse de dolor y buscando tratamiento adicional, indicó Franklin. Añadió que Lewis tuvo consulta con el médico este martes para recibir tratamiento y que volvió a llamar al consultorio el miércoles antes del tiroteo quejándose de nueva cuenta del dolor en su espalda y queriendo ayuda adicional.
Un arma tipo asalto se encontró en la escena del crimen, la cual fue comprada ese mismo día, reportaron tres fuentes federales con conocimiento de la investigación. El arma era estilo AR-15, dijo informante; el 29 de mayo se compró una pistola diferente, informó CNN, agregando que las dos armas de fuego, un rifle semiautomático y una pistola semiautomática, se hallaron en la escena, según informó el capitán Meulenberg.
El hecho se produjo después de dos tiroteos masivos que han conmocionado al país y han reabierto el debate sobre el endurecimiento de los controles de la posesión de armas de fuego y el papel de la salud mental en la epidemia de violencia armada que afecta Estados Unidos. Por su parte, el presidente Joe Biden prometió que se reunirá con miembros del Congreso para tratar el tema del control de armas de fuego.
Fuente: Tribuna