Estocolmo, Suecia.- Recientemente, cinco hermanos fueron juzgados por el Tribunal de Uppsala, en las cercanías de Estocolmo, por los delitos de asesinato e instigación. De acuerdo con algunos informes, los jóvenes habrían cometido el homicidio como una especie de venganza debido a que el sujeto habría abusado de una de las integrantes de su familia. Las penas impuestas a todos los participantes variaron según su edad y grado de responsabilidad en el crimen.
Los hechos se registraron el pasado 24 de marzo, cuando una joven, de 15 años, se contactó con el taxista, a quien citó en una zona boscosa, en Enkoping, con la promesa de tener relaciones íntimas a cambio de una botella de vodka. Una vez en el lugar, el individuo fue golpeado en repetidas ocasiones por los cuatro hermanos de la adolescente, quienes tendrían entre 15 a 18 años respectivamente. Posteriormente, colgaron al hombre con una soga y se llevaron su auto, el cual enterraron 1 metro bajo nieve a kilómetro y medio de los hechos.
De acuerdo con algunos reportes, el plan original de los jóvenes era aparentar que la víctima se había suicidado, motivo por el que compraron una cuerda un día antes de los hechos. Días después se descubrió el cuerpo y el taxi, mismo que tenía el taximetro activo. Las autoridades descubrieron pistas que los guiaron a la familia de cinco hermanos y tiempo después se recabaron pruebas de que los jóvenes habrían planeado el asesinato de manera meticulosa.
Entre la evidencia que destacó se pueden mencionar mensajes que los hermanos se habrían enviado entre ellos y algunos conocidos en los que hablaban sobre el crimen. Tan solo el día 20 de marzo, cuatro días antes de la desaparición del ahora occiso, la joven le envió un mensaje a un amigo en el que escribió: “Mis hermanos van a conocer a mi violador”. Otro de los hermanos envió un texto en el que declaró: “Debemos hacerlo el viernes”, día en el que el taxista perdió la vida. También se descubrieron rastros de ADN del taxista en la ropa de jóvenes.
Como se mencionó anteriormente, las penas variaron según la edad y responsabilidad de cada uno de los implicados, por ejemplo, el hermano mayor, de 18 años, obtuvo cadena perpetua, mientras que los demás fueron condenados a tres o cuatro años de cautiverio en una prisión para delincuentes juveniles; mientras que la presunta víctima de abuso obtuvo una pena reducida porque se descubrió que ella no estaba en la escena el día del crimen, sino que se encontraba con su novio, aún así, se le juzgó por instigamiento y complicidad con sus familiares.
Fuentes: Tribuna