Arizona, Estados Unidos.- El denominado ‘sueño americano’ continúa movilizando a miles de personas al año para cruzar de manera ilegal la frontera entre México y Estados Unidos, lo que la mayoría de veces provoca que los migrantes tomen rutas alternas que resultan ser sumamente peligrosas, motivo por el que varios terminan por perder la vida en su travesía. Usualmente, la gente toma el riesgo de adquirir los servicios de un traficante o ‘pollero’ que los ayuda a travesar la frontera a cambio de una gran suma de dinero, sin importar que los métodos de su guía sean (casi siempre) cuestionables.
Es bajo este contexto que el pasado martes, 28 de noviembre, un juez del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos, sentenció a prisión a Jesús Ernesto Dessens Romero, de 27 años, quien es originario de Agua Prieta, Sonora, por el delito de tráfico de personas, así como de introducir a extranjeros de manera ilegal a tierras estadounidenses; asimismo, el masculino fue señalado por dejar morir a una joven, de 23 años, y poner en peligro la vida de otras personas durante su trayectoria como ‘pollero’.
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El Juez que dictaminó la sentencia de Ernesto fue John C. Hinderaker y se espera que emita la sentencia final para el próximo 22 de febrero del 2024, aunque según algunos reportes, cada delito cometido por Dessens podría sumarle entre 20 a 5 años de cárcel, lo que podría sumarle arriba de cuatro décadas de pena, aunque este dato aún no ha sido confirmado, por lo que habrá que esperar a que las autoridades de Estados Unidos emitan una sentencia formal en los próximos dos meses y medio.
Ernesto Dessens Romero está acusado de abandonar a su suerte a una joven de 23 años
De acuerdo con algunos informes, los hechos habrían ocurrido en el mes de febrero del año 2021, aproximadamente. Supuestamente, en aquel entonces, el acusado habría cruzado a tres hermanas, de 23, 20 y 17 años; así como una amiga de la familia de las chicas, quien tendría 16, en aquel entonces. Todos cruzaron a través de las montañas Huachuaca, cerca de Fort Huachuca, en el sur del estado de Arizona.
Dado a las inclemencias del clima, la poca comida y el nulo acceso a agua potable, la salud de la hermana de 23 años comenzó a mermarse, por lo que para el 15 de febrero ya no era capaz de continuar caminando, así que Ernesto propuso abandonar a la mexicana a la orilla de una carretera, para que ésta pudiera ser atendida por los servicios de emergencia, pero el plan no resultó como se esperaba. Luego de un tiempo sin noticias de la joven, la familia intentó comunicarse con las autoridades el 16 de febrero para reportarla como desaparecida. Las autoridades la buscaron por varios meses y no fue sino hasta el 20 de noviembre del mismo año que se localizaron restos óseos en una zona aislada de las montañas de Huahuachuca que pertenecían a la fémina.
Fuentes: Tribuna