Kabul, Afganistán.- En agosto del 2021, los talibanes tomaron Kabul, capital de Afganistán y con ello el miedo por la represión sobre todo contra las mujeres aumento, algo que sigue sucediendo a pesar de la presión ejercida por autoridades internacionales, las cuales han calificado esto como un retroceso a los derechos de las mujeres a las que se les ha tratado como objetos y no como personas. Este lunes 6 de marzo, se difundió que además de seguir negando la educación universitaria, aquellas que denunciaron a esposos o parejas que cometieron maltrato físico, están obligadas a regresar a vivir a su lado.
Agencias internacionales han difundido la historia de Marwa, una mujer que denunció haber sido víctima de su esposo quien a golpes le tiró todos los dientes; actualmente, la mujer quien se oculta en casa de sus ocho hijos, recibió el aviso respecto a la anulación del divorcio y con ello, está obligada a volver al lado de su agresor, historia que se sabe, es la de muchas mujeres en el país de Medio Oriente donde las féminas no tienen voz ni voto.
"Mis hijas y yo lloramos mucho ese día. Me dije: '¡Oh Dios, el demonio ha vuelto'", declaró la mujer a la agencia AFP.
Si bien el islam tiene permitido que las parejas se divorcien, actualmente los talibanes ubicados en Afganistán han tratado de impedir esta práctica, misma que para organizaciones internacionales, es una forma de poner en riesgo al grupo poblacional al cual ya se le ha negado la educación, acceso a espacios públicos como cines, parques de diversiones o gimnasios e incluso, se les niega el derecho a vestirse mostrando el rostro o alguna parte de su cuerpo.
Paralelo a esta nueva medida que atenta contra la seguridad de las mujeres, este lunes 6 de marzo se informó también que las universidades reabrieron pero solo se reanudaron actividades para los varones, por lo que las mujeres seguirán sin ser recibidas en los centros educativos hasta nuevo aviso, lo que no tiene fecha pues cuentan con el calificativo de 'vetadas' por el Gobierno.
"Tengo el corazón destrozado de ver cómo los hombres van a la universidad y nosotras nos quedamos en casa. Esto es discriminación contra las mujeres porque el islam nos permite tener educación superior. Nadie debería impedirnos aprender", dijo ante los medios Rahela una joven de de 22 años residente de Gaur.
Hasta ahora, la comunidad internacional no ha dicho si actuará en favor de las mujeres o si bien, mantendrá solo la presión que por el momento no ha conseguido regresar el acceso a las mujeres ni a la educación secundaria, universitaria o bien, a disfrutar de espacios como ferias, baños públicos o poder divorciarse si sus parejas han cometido abusos de todos tipos.
Fuente: Tribuna