Copenhague, Dinamarca.- A comienzos de este 2024, la Reina Margarita se convirtió en tendencia en redes sociales, después de anunció que abdicaría a la corona de Dinamarca, luego de haber gobernado por más de cinco décadas, lo que la llevó a convertirse en la regente que más tiempo ha estado en el trono en la historia de su país. Como era de esperarse, las hipótesis sobre su dimisión no tardaron en filtrarse a la prensa.
La principal causa por la que se creía que Margarita dejó su cargo radica en su salud, puesto desde hace varios meses, la prima lejana de Isabel II, había dejado de aparecer en eventos públicos, pero debajo de la mesa existe una segunda y escandalosa razón que habría llevado a la gobernante a dejar de lado su puesto y este recaería directamente en la vida amorosa de la actual Reina Mary Elizabeth y su esposo, Federico X.
Según se dice, pese a que el matrimonio se consolidó su relación de manera similar a un cuento de hadas moderno, en un pub de Australia (país del que la actual monarca es residente) lo cierto es que la magia parece haber terminado pronto. Mucho se habló del amor que existía en la pareja y sobre los encantadores votos matrimoniales que Federico X le dedicó a su esposa el día de su boda: “María es mía y yo soy de ella”, declaró el ahora Rey.
Sin embargo, no tardaron en trascender los rumores sobre las diversas infidelidades que Federico le habría hecho a su esposa, siendo que una de las más famosas ocurrió durante una fiesta con temática de la mansión Playboy, en Beijing, a la que acudió el entonces príncipe heredero. En dicha celebración fue captado mientras le retiraba las orejas de conejo a una mesera, lo que rápidamente fue tomado como una de falta de lealtad a su esposa.
A raíz de todos estos rumores, el experto real Phil Dampier declaró para el medio MailOnline que Margarita decidió dejar el trono a manera de una estrategia para rescatar el matrimonio de su hijo, puesto temería que Mary Elizabeth se cansara de las infidelidades de su vástago: “Creo que a Margarita le preocupaba que su matrimonio estuviera en problemas y, por lo tanto tenía que actuar. La reina siempre pensó que María era un activo fantástico para la familia real y si hubiera pensado que podría irse habría sido un desastre. Ahora esperará que Federico y María solucionen cualquier diferencia y trabajen juntos.
Fuentes: Tribuna