Grindavik, Islandia.- La mañana de este domingo, la erupción de un volcán en Islandia ha desencadenado una devastadora avalancha de lava que ha alcanzado las viviendas en el pueblo pesquero de Grindavik, obligando a la evacuación de alrededor de 4 mil personas. Impactantes videos compartidos en redes sociales muestran la expulsión de columnas de lava, incendiando las casas circundantes.
Esta erupción marca la quinta en Islandia en casi tres años, siendo la última en la misma zona el 18 de diciembre pasado. El evento comenzó alrededor de las 8:00 de la mañana al norte de Grindavik, una localidad ubicada a unos 40 km al suroeste de Reikiavik, la capital islandesa. La Oficina Meteorológica de Islandia (OMI) confirmó la llegada de la lava a las viviendas y coordinó la evacuación de los residentes como medida de seguridad.
Imágenes captadas por cámaras de videovigilancia revelan flujos de lava de color naranja brillante desplazándose a lo largo de una fisura, generando una situación surrealista para los habitantes. "En una pequeña ciudad como esta, somos todos como una familia, nos conocemos todos como una familia, entonces es una tragedia ver eso", expresó Sveinn Ari Gudjonsson, residente de 55 años.
Las autoridades ya habían tomado medidas preventivas evacuando Grindavik el 11 de noviembre, ante la actividad sísmica que precedió a la erupción. Cientos de terremotos, indicativos del desplazamiento del magma bajo la corteza terrestre, precedieron al evento volcánico. La central geotérmica de Svartsengi, que abastece de electricidad y agua a unos 30 mil habitantes, está siendo monitoreada de cerca ante el riesgo de la erupción.
Islandia, ubicada entre las placas tectónicas euroasiática y norteamericana, es una de las regiones volcánicas terrestres más activas, con 33 volcanes o sistemas volcánicos catalogados como activos. Las imágenes impactantes de la lava destruyendo viviendas reflejan la magnitud de este fenómeno natural que, aunque recurrente en la región, sigue siendo una fuerza impresionante y amenazante para los residentes islandeses.
Fuente: Tribuna