Colombia.- Este viernes 19 de enero, Colombia experimentó un sismo de magnitud 5.6 en el departamento de Valle del Cauca, según informó el Servicio Geológico Colombiano (SGC). Aunque las autoridades no han emitido declaraciones oficiales hasta el momento, se reportaron daños como grietas y caída de algunas fachadas en diversas zonas.
El movimiento telúrico tuvo una profundidad de 33 kilómetros y, aunque se sintió especialmente en Valle del Cauca, alcanzó a ser percibido en otras ciudades notables como Bogotá, Cali y Medellín. Colombia, situada en una región propensa a la actividad sísmica, cuenta con 339 estaciones y áreas de alerta, que incluyen zonas con volcanes activos. La Red Sísmica Nacional está encargada de monitorear estas estaciones con el objetivo de prevenir riesgos para la población.
A pesar de que el sismo tuvo una magnitud considerada intermedia, causó daños notables, como la aparición de grietas y la caída de algunas fachadas, según informó el Servicio Geológico Colombiano. En el municipio de El Águila, colindante con Ansermanuevo, las autoridades locales están investigando un posible fallecimiento de una mujer a consecuencia del sismo. El secretario de la Unidad de Gestión del Riesgo del Valle del Cauca, Francisco Tenorio, indicó que el hospital local sufrió afectaciones y se está verificando la situación.
El Servicio Geológico Colombiano detectó cuatro réplicas del sismo original, con magnitudes entre 3 y 3.6, lo que ha mantenido en alerta a la población. La vulnerabilidad sísmica de Colombia hace que la preparación y respuesta ante estos eventos sean esenciales. La magnitud del sismo de hoy y sus consecuencias subrayan la importancia de contar con sistemas de alerta temprana, así como protocolos de seguridad y respuesta rápida para minimizar el impacto en la población.
Este suceso pone de manifiesto, una vez más, la necesidad de que las autoridades continúen fortaleciendo las medidas de prevención y preparación para eventos sísmicos en Colombia, con el objetivo de salvaguardar la seguridad y el bienestar de la población ante fenómenos naturales impredecibles.
Fuente: Tribuna