España.- En una impactante operación policial, las autoridades de España lograron desmantelar una red delictiva dedicada al robo y venta ilegal de cadáveres. Según informes oficiales, los delincuentes sustraían los cuerpos de hospitales y residencias de ancianos para luego ofrecerlos a prestigiosas universidades del país.
El operativo culminó con el arresto de cuatro hombres, cuyas edades oscilan entre los 41 y 74 años. Estos individuos enfrentarán cargos por estafa y falsedad documental. Aunque fueron puestos en libertad provisional tras rendir declaración, la decisión final sobre su situación legal recae en una jueza de Valencia.
La banda operaba de manera sigilosa, focalizándose en hospitales y asilos para identificar cuerpos no reclamados, principalmente de extranjeros fallecidos en España sin familiares cercanos. Para facilitar el robo, obtenían documentos falsos irregulares tanto en los registros sanitarios como civiles.
La modalidad delictiva incluía la venta de los cadáveres a universidades de medicina, donde los cuerpos eran utilizados con fines educativos. Se estima que el precio por cada cadáver ascendía a mil 200 euros, equivalente a unos 22 mil 300 pesos mexicanos. La investigación, iniciada el año pasado, se intensificó cuando las autoridades detectaron prácticas irregulares por parte de una funeraria que había facturado 5 mil 040 euros a una universidad española.
Las autoridades revelaron que estas cifras no coincidían con las facturas registradas en ninguna funeraria de Valencia, lo que desencadenó la exposición de la red criminal. La pesquisa incluyó el rastreo de otros casos en los cuales los fallecidos fueron vendidos a instituciones educativas sin el previo consentimiento de familiares o amigos.
El modus operandi de la banda, que operaba en la sombra del sistema funerario y médico, ha dejado a la sociedad estupefacta. Este caso destaca la importancia de mantener la integridad y la ética en el tratamiento de los restos mortales, así como la necesidad de fortalecer los protocolos de seguridad en hospitales y asilos.
La policía, en colaboración con las autoridades judiciales, continuará las investigaciones para asegurar que todos los implicados en esta macabra red sean llevados ante la justicia. Este desmantelamiento no solo representa un golpe contra la criminalidad, sino que también resalta la necesidad de mantener vigilancia y regulaciones estrictas en el manejo de cadáveres para evitar atrocidades de esta naturaleza en el futuro.
Fuente: Tribuna
