Florence, Estados Unidos.- Centro Penitenciario y Administrativo de Máxima Seguridad en Florence, mejor conocido como el ADX Florence o Gannet of the Rocky Mountains será el lugar en el que Genaro García Luna cumplirá la sentencia de poco más de 38 años que dictó el juez Brian Cogan el pasado miércoles 16 de octubre.
La prisión es objeto de atención no sólo porque es la misma en la que se encuentra Joaquín Guzmán Loera, 'El Chapo', sino porque tendrá que compartir celda con él, según informan algunos medios de comunicación, aunque en realidad la cárcel se caracteriza por negarle a los prisioneros cualquier tipo de interacción social, tanto con otros reos, como con guardias.
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¿Qué se sabe sobre el ADX Florence?
Alberga a algunos de los criminales más conocidos del mundo con un alto riesgo de fuga. Esta instalación se encuentra en una región montañosa, a 185 kilómetros de la población más cercana. Los reclusos pasan 23 horas al día en aislamiento, bajo la constante supervisión de cámaras. Para maximizar las medidas de seguridad está rodeada de cercas electrificadas, torres de vigilancia y patrullas armadas.
ADX Florence está equipada con mil 400 puertas de acero controladas remotamente, rayos láser, sistemas de cámaras de seguridad, perros guardianes y francotiradores. Cada celda cuenta con un espacio de 3.7 por 2.1 metros e incluyen una pequeña ventana al exterior, un inodoro, un lavamanos, una regadera automatizada que se enciende cada tres días y una cama de hormigón con un colchón delgado. No hay ventanas, ni mucho menos contacto social. Sus alimentos les son entregados en sus celdas, a través de una pequeña ranura en la puerta. Exfuncionarios describen este sitio como "peor que la pena de muerte".
Los prisioneros tienen escaso contacto con el exterior. Solo pueden recibir cartas de personas autorizadas por la institución y están limitados a una única llamada telefónica al mes con duración de 15 minutos. Aquellos con buen comportamiento pueden tener una pequeña televisión en blanco y negro o a tomar libros prestados de la biblioteca. Human Rights Watch y otras organizaciones advierten que tales restricciones pueden desembocar en la deshumanización y deterioro mental en los reclusos.
Fuente: Tribuna Sonora