Los Ángeles, California. - El expresidente Donald Trump, de 2017 a 2021, endureció su discurso antiinmigrante este martes al prometer que, de llegar nuevamente a la Casa Blanca, impulsará la pena de muerte para cualquier migrante que asesine a un ciudadano estadounidense o a un agente del orden. En un mitin celebrado en Greensboro, Carolina del Norte, Trump afirmó con determinación que la medida será aprobada por el Congreso.
“Tenemos que hacerlo… estoy pidiendo la pena de muerte para cualquier migrante que mate a un ciudadano estadounidense o a un agente de las fuerzas del orden… el Congreso lo va a aprobar”, declaró ante una multitud entusiasta. Esta promesa es una de las más extremas dentro de su habitual retórica en contra de la inmigración, con la que ha buscado movilizar su base electoral.
Te podría interesar
La visita de Trump a Carolina del Norte es la cuarta en apenas dos días. El estado, que tiene 16 votos electorales, es uno de los siete territorios clave que definirán el próximo presidente en las elecciones de 2024. Las encuestas muestran una carrera reñida entre el republicano y su rival, la vicepresidenta Kamala Harris.
Hay que decir que se esperaba que el evento se centrara en los esfuerzos de recuperación tras el huracán Helene, que dejó más de 230 muertos, la mayoría de ellos en Carolina del Norte. Sin embargo, Trump apenas tocó el tema y criticó la gestión federal del desastre, para luego concentrarse en el eje que ha sido central en su campaña: la inmigración.
Trump insistió en que la inmigración es el tema que más preocupa a los estadounidenses, incluso más que la economía. "Creo que la inmigración es el número uno, es el primero, y el segundo es la economía, y el tercero es la inflación… creo que la frontera es la mayor amenaza para este país", declaró.
Sin embargo, la última encuesta de Gallup contradice esta afirmación. Según el sondeo, la economía ocupa el primer lugar entre las preocupaciones de los votantes:
- 52 % considera que las posturas de los candidatos sobre la economía son "extremadamente importantes" para su voto.
- 38 % las califica como "muy importantes".
En contraste, la inmigración figura en quinto lugar dentro de una lista de 22 temas relevantes para el electorado, lo que sugiere que la prioridad de los votantes se encuentra en cuestiones económicas.
Trump volvió a lanzar duras críticas contra su rival, Kamala Harris, a quien acusó de promover “fronteras abiertas”, a pesar de que las nuevas restricciones al asilo impuestas por el Gobierno de Joe Biden han reducido los arrestos en la frontera suroeste a niveles más bajos que en 2020, último año de la presidencia de Trump.
El republicano también prometió deportaciones masivas y sanciones severas de hasta 10 años para migrantes que intenten reingresar después de ser expulsados. Además, destacó el respaldo que recibe por parte de la Patrulla Fronteriza, afirmando que la situación en la frontera permite el ingreso de “traficantes de drogas, violadores y delincuentes”.
Durante el mitin, Trump dirigió ataques personales a Harris, repitiendo las mismas palabras que usó en otro evento en Miami horas antes. "No necesitamos otra persona con bajo coeficiente intelectual, ya tuvimos una durante cuatro años, no necesitamos otra", declaró, haciendo eco de sus habituales descalificaciones. También la acusó de ser “perezosa” y “estar durmiendo”, señalando que ese día no tenía actos públicos de campaña, aunque el expresidente Barack Obama estaba en Wisconsin y Míchigan impulsando la candidatura de Harris junto al rapero Eminem.
La propuesta de pena de muerte para migrantes convictos, junto con las deportaciones masivas, refuerza la postura de Trump hacia una política migratoria más severa. Estas declaraciones buscan consolidar su apoyo entre votantes conservadores, pero también polarizan aún más el discurso político.
A pesar de que Trump intenta centrar la conversación pública en la inmigración, los votantes parecen más preocupados por cuestiones económicas, lo que podría influir en el resultado final de los comicios. La carrera hacia la Casa Blanca aún está en desarrollo, y el tono de la campaña del republicano indica que los próximos meses estarán marcados por un endurecimiento del discurso, especialmente en temas de seguridad y fronteras.
Fuente: Tribuna