Ankara, Turquía.- Los procedimientos quirúrgicos son cada vez más frecuentes tanto en hombres como en mujeres y es que, si bien, en la mayoría de países no se trata de algo económico, todo se vale en el camino de la autoaceptación, como ejemplo de ello tenemos a varias celebridades que se han dado más que una ‘manita de gato’ como es el caso de Karime Pindter, quien a sus 31 años de edad cuenta con varias cirugías.
En el caso de los hombres, podemos hablar de Poncho De Nigris, quien tan solo hace un par de años estremeció a sus fanáticos tras aparecer sin cabello de la parte trasera, esto debido a que se aplicó un injerto de cabello en la sección delantera de su cabeza. Sin embargo, aunque parezca una actividad sencilla de realizar, lo cierto es que esto no es así, sino por el contrario, es necesario investigar bien a la clínica que realizará el procedimiento, puesto podrías tener daños que deterioren mucho tu salud, como le ocurrió a Alejandra Guzmán en una operación de glúteos o como en el caso que veremos a continuación.
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Mathieu Vigier Latour, era un joven de 24 años, residente de Francia, que quería realizarse un injerto de barba, por lo que investigó que podría realizarlo en Turquía en un precio mucho más económico del que le costaría en su país de origen y la mejor parte es que la clínica en la que se operaría tenía la aprobación por el Departamento de Salud de la misma nación, por lo que en teoría parecía que todo estaría bien.
Según declaraciones del padre de Mathien, el presunto médico que lo atendió le pidió 4 mil injertos de piel de la cabeza para aplicarlos en la mandíbula. La primera señal de alarma llegó cuando el doctor reveló que había perdido mil, por lo que las cosas comenzaron a resultar complejas; sin embargo, Latour no se echó para atrás. Luego de la intervención, el joven comenzó a quejarse de fuertes dolores en la zona de la operación, también presentó síntomas de quemaduras tan potentes que sentía que no podía dormir.
“Cuando empezó a crecer, parecía un erizo, era inmanejable. Estaba sufriendo, no estaba bien… Tenía dolores, quemaduras y no podía dormir”, detalló el padre de familia.
Si bien, Mathieu intentó tomar tratamientos para mejorar su condición e incluso viajó a un clínica en Bélgica para tratar las secuelas de su operación, nada pudo hacer. El dolor fue tan fuerte que el joven, de 24 años, terminó por quitarse la vida. Cabe señalar que, tras las primeras investigaciones, se descubrió que la persona que lo operó no era un médico certificado, sino que se trataba de un agente inmobiliario.
Fuentes: Tribuna