Guayaquil, Ecuador. - Al menos 15 presos murieron y 14 personas resultaron heridas en un violento enfrentamiento ocurrido en la madrugada del martes en la Penitenciaría del Litoral, el centro penitenciario más grande y conflictivo de Ecuador, ubicado en Guayaquil. Estos nuevos incidentes reflejan la crisis de seguridad que enfrenta el sistema carcelario ecuatoriano, golpeado por constantes enfrentamientos entre bandas criminales rivales.
Hay que señalar que el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI) informó que, tras los enfrentamientos, el Bloque de Seguridad, compuesto por la Policía, las Fuerzas Armadas y los ministerios del Interior y de Defensa, tomó el control del penal y llevó a cabo un operativo de requisa a gran escala para desarmar a los presos y neutralizar cualquier amenaza interna. Sin embargo, mientras el SNAI reporta 15 fallecidos, la Fiscalía General del Estado abrió una investigación y, hasta el momento, ha confirmado 9 muertos y 14 heridos, destacando la dificultad para establecer cifras exactas en estos eventos violentos.
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La Penitenciaría del Litoral, con una población de aproximadamente 12 mil reclusos, es parte de un complejo de cinco cárceles en Guayaquil que se han convertido en el epicentro de una ola de masacres carcelarias en Ecuador, impulsadas por luchas internas entre grupos criminales desde finales de 2020. Entre 2021 y 2023, se han registrado en estas prisiones más de 500 muertes violentas en enfrentamientos entre bandas rivales.
Este último episodio de violencia se suma a la tensión que existe en el país mientras se desarrollan los preparativos para la XXIX Cumbre Iberoamericana de Jefas y Jefes de Estado y de Gobierno en Cuenca, donde ya se implementó un amplio dispositivo de seguridad ante la inestabilidad que afecta la región.
Desde inicios de 2023, el presidente Daniel Noboa ha incrementado los esfuerzos para controlar el sistema carcelario y la creciente violencia asociada al crimen organizado. Noboa ha declarado un “conflicto armado interno” contra las organizaciones criminales, a las que ha comenzado a referirse como “grupos terroristas”. Esta designación ha permitido implementar estados de excepción y militarizar las cárceles para recuperar el control que habían perdido ante las bandas.
Pese a los esfuerzos del gobierno, la violencia en el país no ha cesado. En 2023, Ecuador registró 47.2 homicidios por cada 100 mil habitantes, ubicándose como uno de los países más peligrosos de América Latina. Además, durante el año, varias figuras clave del sistema judicial y de seguridad pública fueron asesinadas, incluidos directores de centros penitenciarios, fiscales y funcionarios municipales, así como el candidato presidencial Fernando Villavicencio, asesinado en agosto.
La situación en las cárceles de Ecuador es un reflejo de la profunda crisis de seguridad que enfrenta el país. Los enfrentamientos en la Penitenciaría del Litoral y otras prisiones evidencian que el control estatal sobre el sistema penitenciario es frágil, y las recientes políticas de militarización, aunque intentan contener la violencia, no han logrado eliminar el poder de las bandas criminales dentro y fuera de las cárceles.
El gobierno ecuatoriano enfrenta una situación compleja, y aunque ha fortalecido sus medidas de seguridad, aún es incierto si estas serán suficientes para restaurar la paz en un sistema carcelario en constante conflicto y en una sociedad impactada por la escalada de violencia sin precedentes.
Fuente: Tribuna