Washington, Estados Unidos.- Un juez estadounidense ha descrito al exagente de la CIA, Brian Jeffrey Raymond, como "un depredador sexual". Este hombre trabajaba en la Embajada de Estados Unidos en Ciudad de México, y recibió una sentencia de 30 años de prisión por agredir sexualmente al menos a 28 mujeres, tanto en México como en su país natal. Entre las evidencias en su contra se hallaron videos y fotografías que tomaba con sus dispositivos para documentar los abusos que cometía.
Fue detenido en la capital mexicana, donde lo encontraron junto a una mujer desprovista de ropa que gritaba por ayuda desde el balcón de la vivienda del delincuente. Pese a ello, logró escapar a Estados Unidos valiéndose de la inmunidad que le otorgaba su cargo diplomático. Sin embargo, la Policía extranjera inició una investigación que incluyó la incautación de su teléfono celular y su computadora. Al inspeccionarlos, encontraron 500 archivos con contenido delicado.
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¿Cómo operaba?
Raymond trabajó en México durante dos años, de 2018 a 2020, tiempo en el que se desempeñó como primer secretario de la Embajada de EE. UU. Vivía en un departamento en Polanco, a donde invitaba a sus víctimas que contactaba mediante la aplicación de citas, Tinder. Una vez que accedían a entrar en el inmueble, les ofrecía vino y bocadillos que contenían sustancias que dormían a las mujeres.
Al estar drogadas, manipulaba los cuerpos, obligándolos a posar ante la cámara. Asimismo, las atacaba y mientras esto sucedía grababa lo que sucedía. Este material fue mostrado por la FBI a las féminas, quienes reconocieron que este acto había marcado su vida para siempre: "Mi cuerpo parecía un cadáver en su cama", "Ahora tengo pesadillas en las que me veo muerta", "Espero que las consecuencias de sus acciones lo persigan por el resto de su vida". Todas ellas coincidieron en que no recordaban nada del tiempo en el que estuvieron en el apartamento.
Tras haberse recolectado las pruebas suficientes, este miércoles fue condenado a pasar 30 años tras las rejas. Según dijo la jueza federal Colleen Kollar-Kotelly, a cargo de esta decisión, que Raymond contará con tiempo de sobra para pensar en lo que hizo. Las agresiones van más allá de 2018. Se localizaron víctimas de abuso desde el 2006, cuando el hombre trabajó en otros países como Perú.
Fuente: Tribuna Sonora