Douglas, Arizona. – De cara a las elecciones presidenciales del próximo 5 de noviembre, Kamala Harris, vicepresidenta de Estados Unidos y candidata presidencial por el Partido Demócrata, reafirmó su compromiso de enfrentar el tráfico de drogas, en especial el fentanilo, y de fortalecer la seguridad fronteriza. Durante su visita a Douglas, Arizona, la primera ciudad fronteriza que visita desde el arranque de la campaña electoral, Harris declaró que, de resultar elegida presidenta, interrumpir el flujo de fentanilo hacia Estados Unidos será una de sus máximas prioridades.
Como presidenta, le daré mayor prioridad a interrumpir el flujo de fentanilo. Voy a buscar apoyo para los agentes de la patrulla fronteriza, más personal, más entrenamiento y más tecnología; incluyendo 100 nuevos sistemas de inspección”, afirmó Harris, al recordar su experiencia como Fiscal General de California entre 2011 y 2017, donde fue testigo de cómo los cárteles de drogas operaban en túneles subterráneos entre México y Estados Unidos.
Durante una conversación con funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), Harris destacó la importancia de combatir a los cárteles de drogas, como el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que han extendido su influencia en los 50 estados del país, según la Evaluación Nacional de la Amenaza de las Drogas 2024, realizada por la Administración de Control de Drogas (DEA).
Estas organizaciones criminales dirigen el contrabando de fentanilo y otras drogas ilícitas a los Estados Unidos todos los días. Desde paquetes pequeños transportados por ‘mulas’ humanas, hasta miles de libras mezcladas con bienes comerciales legítimos transportados en camiones con remolque”, denunció la DEA.
En respuesta a esta amenaza, Harris prometió implementar medidas más estrictas para interrumpir estas operaciones y aumentar la colaboración entre las agencias estadounidenses y las fuerzas de seguridad de México.
Conozco la importancia de la seguridad, especialmente en nuestra frontera. Si soy presidenta, protegeré la soberanía de Estados Unidos y aseguraré que nuestras fronteras estén bien custodiadas”, aseguró Harris. Pero eso no fue todo, pues la candidata también subrayó que buscará asignar más recursos y personal a la Patrulla Fronteriza, así como ampliar el uso de tecnología avanzada para detectar el contrabando de drogas.
Además de su plan contra el tráfico de fentanilo, Harris abordó la necesidad de reformar el sistema de inmigración, al que describió como “defectuoso”. Propuso establecer restricciones de asilo más severas y aplicar consecuencias más estrictas para quienes crucen ilegalmente las fronteras del país.
“Quienes crucen nuestras fronteras ilegalmente serán detenidos y expulsados, y se les prohibirá volver a entrar durante cinco años”, advirtió Harris, en un claro intento de endurecer la política migratoria para disuadir a los migrantes de intentar cruzar sin documentos. No obstante, aseguró que su administración también trabajará para crear vías legales de migración y asilo, con el fin de abordar de manera más integral la problemática de la migración irregular.
Regresando al fentanilo, el cual es un opioide sintético hasta 50 veces más potente que la heroína, se ha convertido en una de las principales causas de muerte por sobredosis en Estados Unidos. La crisis del fentanilo, que ha cobrado decenas de miles de vidas, se ha intensificado en los últimos años debido a su fácil transporte y su alta rentabilidad para los cárteles mexicanos.
Harris enfatizó que el combate contra esta “plaga” requiere una estrategia más amplia que incluya cooperación internacional, políticas de prevención, así como el fortalecimiento de las agencias encargadas de la seguridad fronteriza.
He conocido a muchas familias que han perdido a sus seres queridos por esta crisis. No podemos permitir que estas organizaciones criminales sigan operando libremente y poniendo en peligro la vida de tantos estadounidenses”, afirmó con determinación.
Con su visita a Douglas, Arizona, Harris busca consolidar su posición en los estados fronterizos y obtener el respaldo de comunidades afectadas tanto por el tráfico de drogas como por la inmigración irregular. Este enfoque hacia la seguridad fronteriza, combinado con sus propuestas de reforma migratoria, refleja su intento de equilibrar la firmeza en el control de las fronteras con un enfoque más humanitario para quienes buscan asilo.
A medida que se acerca el día de las elecciones, la vicepresidenta continúa afinando su mensaje y recorriendo distintas ciudades para reforzar su campaña presidencial.
Fuente: Tribuna