Ciudad de México.- Este lunes 14 de julio entró en vigor una política comercial contra México impuesta por el gobernante de Estados Unidos, Donald Trump. Se trata del arancel que incrementó en un 20.91 por ciento el jitomate mexicano, mismo que comenzó a aplicarse tras el retiro del Acuerdo de Suspensión de la Investigación Antidumping sobre Tomates Frescos de México de 2019.
El principal destino del producto es Estados Unidos, por lo que se considera que esto no solo impactará a la economía mexicana, sino que también afectará al territorio vecino. De igual forma, según datos extraídos del Banco Mundial, tan solo durante el 2023 se lograron enviar 1.8 millones de toneladas de tomates, lo cual dejó como ganancias un aproximado de dos mil 800 millones de dólares.
De hecho, precisamente durante la mañanera encabezada por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, la mandataria habló sobre este asunto y aseguró que la labor continuará a pesar de la decisión de Trump. A su vez, recalcó que el gabinete federal, en conjunto con gobiernos estatales y productores del sector, buscarán la alternativa más viable para mitigar los efectos económicos de esta medida.
“Sobre el jitomate, el secretario de Agricultura ha trabajado muy de cerca con los gobernadores, con los productores de ganado y con los productores de jitomate. Yo misma estuve con ellos durante mi visita a Sinaloa y Sonora. Estamos trabajando de la mano para que haya los menores efectos posibles”, expresó Sheinbaum Pardo. Además, estableció que es muy improbable que se interrumpa el flujo de exportaciones porque la producción local no sería suficiente.
Ante todo, a través de una entrevista con el medio CNN, Timothy Richards, profesor de agronegocios de la Universidad Estatal de Arizona, mencionó que una de las consecuencias más probables es que los precios al consumidor podrían aumentar aproximadamente 10 por ciento en Estados Unidos y, en contraparte, la demanda terminaría por disminuir hasta llegar al 5 por ciento.
Fuente: Tribuna
