Ciudad de México.- El próximo lunes 5 de febrero, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) presentará un paquete de iniciativas de Reformas para la Constitución Política de México; serían sus últimas aportaciones en materia legislativa antes de dejar su cargo. Estas proponen cambios de tipo electoral; al Poder Judicial; a los apoyos gubernamentales; y hasta a asuntos laborales. En este último punto se agregan las pensiones 2024.

Hace unos días, el jefe del Ejecutivo Federal mexicano informó que presentaría una iniciativa de Reforma para que la clase trabajadora pueda acceder a un mejor sistema de pensiones: con esta, empleados podrían retirarse con el 100 por ciento de su último salario. Cabe señalar que ni los países considerados potencias mundiales tienen este beneficio; el máximo alcanzaría el 70-80 por ciento, de acuerdo con El Financiero.

Para lograrlo, AMLO planteó una revisión integral al sistema de pensiones y al manejo de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores). Asimismo, señaló que el dinero extra para cubrir el total de las pensiones lo aportaría el Gobierno de México. En pocas palabras, según el presidente, la Reforma pretende responder a la necesidad de que, una gran cantidad de trabajadores que están por retirarse, puedan acceder a una pensión digna. Aunque en el discurso suena justo, emocionante y posible, la modificación podría tener varios puntos a favor y otros en contra. Aquí la perspectiva.

Puntos a favor de la Reforma a las pensiones de AMLO

• Los trabajadores formales podrían obtener una tasa de reemplazo más grande, de un 40 a 60 por ciento de su sueldo, señalan expertos entrevistados en Animal Político.
• Otra intención de la Reforma es potencializar la pensión mínima garantizada, pues se reduciría el número de semanas cotizadas para obtenerla. Antes eran 25 años, ahora serían 15.
• Con lo anterior, los principales trabajadores formales beneficiados serían los que tienen menos ingresos.
• Al reducir las semanas de cotización, aumentan los derechos de los que cotizan, como al descanso, al goce y a la vida digna.
• Los principales beneficiarios serían los jóvenes de la actualidad, ya que la Reforma impactaría a los trabajadores que se jubilarán dentro de 20 años.

En pocas palabras, si se aprueban los cambios, todos aquellos trabajadores formales que coticen por la Ley del 97 tendrían acceso a un límite menor de semanas cotizadas, mayor porcentaje de tasa de reemplazo y menor pago de comisiones en su ahorro individual, lo que se traduciría en mayor calma para la vejez. Pero no todo es color de rosa; aquí las posibles desventajas.

Puntos en contra de la Reforma a las pensiones de AMLO

• A la fecha de publicación de esta nota, no hay país en el mundo que dé el 100 del último sueldo como pensión a sus trabajadores formales. En regiones de Europa, dan el 70-80 por ciento, aproximadamente.
• Habría cambios en los recursos del Gobierno, ya que lo destinado a las pensiones vendría de infraestructura, programas sociales, dinero para la deuda externa, entre otros. (Cabe señalar que el Gobierno aún no detalla de dónde vendría el efectivo para los retiros).
• Al ser un beneficio para el trabajador formal, si no hay una revisión correcta a las empresas, podría desatar la informalidad. Si un empleado "cuesta más, se disminuye la planta laboral".
• Lo anterior afectaría a profesionistas, el sistema de trabajo y la economía a largo plazo, ya que productos y servicios aumentarían, al mismo tiempo que gente estaría desempleada o bien, se vería obligada a laborar desde la informalidad.

El presidente López Obrador aún no revela más detalles sobre estas modificaciones, sin embargo, expertos señalan podría ser posible ya que se trata de un "esfuerzo conjunto y complementario" en el que actuarían el Gobierno, las empresas y la clase trabajadora. Se trata de una invitación a todos para buscar el bien común: como sociedad, para el avance de la nación; y como seres humanos individuales: para tener una vejez digna.

Fuente: Tribuna